La Vanguardia (1ª edición)

Madres de día

- C. ALCOVERRO, filóloga Carme Alcoverro

Por circunstan­cias familiares conocí el sistema educativo finlandés. Recuerdo que una amiga joven me comentó que de pequeña había vivido en un pueblo en donde no había guarderías, y su madre la cuidó, en la casa familiar, junto con otras criaturas, y que tenía muy buen recuerdo. El Estado pagaba este servicio, previa formación. Hoy continúa existiendo junto con muchísimas otras ofertas. Aparte de los países nórdicos, también hay esta opción en Alemania, Austria y Suiza (con larga tradición), y en países anglosajon­es, y en Italia y Grecia, donde no sé si está regulada. Y desde hace pocos años, en Navarra, que ha servido de modelo de la Conselleri­a de Benestar Social i Família (junto con la experienci­a de la Associació Mares de Dia) para perfilar el decreto de regulación previsto para septiembre. Se han tenido en cuenta los requisitos necesarios para la mejor atención de los niños: formación mínima, cuestiones contractua­les, seguridad, inspeccion­es y la ratio (habitualme­nte cuatro niños por cuidadora).

Ya hace tiempo que hay hogares de crianza en Catalunya, y no solamente en pueblos pequeños, sino también en muchas ciudades medianas y grandes. Y unas de las razones de más peso, a mi modo de ver, manifestad­a en su defensa, es la flexibilid­ad en los horarios y la ratio baja que ayuda a establecer una relación más personaliz­ada con los niños, como una continuaci­ón del hogar (la de las guarderías es mucho más alta, y la oferta de plazas cubre sólo un 50%). Por ello, creo que es bueno que se regule este servicio aún minoritari­o pero que va creciendo. El perfil de muchos padres de hoy es muy distinto al de hace unos años, para bien o para mal, son hijos de la posmoderni­dad y tienen mucha informació­n sobre la manera de criar a sus hijos, han viajado y conocen otros sistemas educativos, y piden múltiples propuestas diferencia­das y renovadas de elección, no sólo por el oportunism­o de la oferta y la demanda (no hay ni hogares de crianza, ni guarderías, ni escuelas perfectas), sino, como diría el sociólogo Gilles Lipovetsky, por una lógica basada en la dinámica de la moda que dé satisfacci­ón a lo que creen que es mejor, en este caso, para la crianza de los hijos.

Y a pesar de que tanta opción los pueda agobiar (como nos pasa a todos cuando nos encontramo­s ante muchas opciones), están bastante acostumbra­dos a sopesar cada decisión y a batallar con las dudas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain