Sensible cantera Bach
Cantatas que dieron lugar a la Misa en Si menor de Bach Intérpretes: Cor BZM Carine Tinney, soprano; Maria Chiara Gallo, mezzo; Matthew Thomson, tenor; Oriol Mallart, bajo. BZM Ensemble (A. Alcaide, concertino) Dirección: Pau Jorquera Lugar y fecha: Festival Bachcelona. Petit Palau. Palau de la Música (19/VII/2017) Apertura del festival Bachcelona, una experiencia que comenzó sobre las ruedas del Bach zum Mitsingen (BZM) que va interpretando la integral de las Cantatas de Bach. Bachcelona nos trae cada verano a un Bach muy actual, lúdico, de muchos colores y formas, ya que es posiblemente el repertorio clásico que más ha cautivado desde el jazz a otras músicas actuales. Un detalle, Saint Saëns llegó a hacer una versión para piano de la obertura de la Cantata 29.
Y como muestra de su carácter de fundamento, inauguran con dos sesiones en el Palau –ya hay méritos y público suficiente para la sala grande– con las Cantatas que están en el origen de la Gran Misa en Si menor (BWV232), síntesis magistral y suprema de su obra, completada apenas un año antes de su muerte; y quizá un reconocimiento a la unidad de la fe en el cristianismo, dada la notoria producción de Bach en el ámbito Protestante y este testamento Católico que es la Misa en Si menor. Un detalle, las Cantatas llevan texto en alemán (salvo la 191); la Misa en latín.
Historia y consideraciones al margen, esta inauguración nos lleva a constatar que sin duda el Bachcelona –aliado al BZM– es un sólido proyecto en marcha, en el que luce el valor del trabajo en un momento en que nos acosan alharacas y especuladores. Los organizadores del proyecto, el organista Daniel Tarrida y el director Pau Jorquera, con especial apoyo privado, hicieron, con un coro no profesional de magníficos cantantes, un buen grupo instrumental para la ocasión y los solistas procedentes de la Beca Bach 2017, un programa con las Cantatas 191, 29 y 46 de alta calidad.
Hay que reconocerlo, el trabajo en la música de Bach es la gran prueba, o se hace bien o inmediatamente se ponen en evidencia las carencias. Y por supuesto, dentro de un nivel de modestia, pero de alta seriedad, esta “cantera Bach” ha dado una lección de trabajo bien planteado y de coherencia en los resultados.
Yendo al papel, el interesante programa que ilustra sobre varias de las piezas de las Cantatas que Bach llegó a utilizar para la Misa, se abrió de forma ceremonial con el Gloria inicial de la BWV 191 que nos dejó ver un coro con un nivel alto de ductilidad. Siguió íntegra la veraniega y ceremonial Cantata BWV 29, de 1731, luego el dúo de la más pequeña BWV 191 (de 1741 y la única creo, en latín), y la Cantata BWV 46 íntegra, que dejó ver en su Coro inicial una expresión intensa, íntima, bien planteada cual voz interior, aunque en las entradas del fugado quizá una mayor contundencia hubiese acusado el contraste. Cerró el concierto el coro final de la 191, que cantó sin complejos y con vitalidad y autoridad , ovacionados coro, solistas y grupo instrumental.
En síntesis, estupendos los solistas vocales en formación (el aria de contralto de la BWV 46 un ejemplo, o la de soprano de la nº 29), sugerentes matices expresivos en el diálogo voz-instrumentos, calidad también en solistas instrumentales y continuo y, salvo pequeños fallos, una demostración de que trabajo y sensibilidad suman.