La Vanguardia (1ª edición)

¿Qué hacer con 222 millones?

El hipotético traspaso de Neymar dejaría una fortuna que el Barcelona debe saber administra­r

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ ANTONI LÓPEZ TOVAR Barcelona

Mientras se deshoja la margarita sobre el futuro de Neymar, resulta oportuno plantear qué puede o debe hacer el Barcelona en la hipótesis de que el PSG se decida a pagar la cláusula de 222 millones de euros que protege el contrato del jugador. La cifra equivale prácticame­nte a la deuda total del club en fecha 30 de junio, 247 millones, pero no se trata de tapar agujeros teniendo en cuenta que una de las premisas de la junta directiva es que ninguna de sus actuacione­s irá en menoscabo de la excelencia deportiva. Puesto que el traspaso del brasileño implicaría una evidente merma cualitativ­a en la plantilla, el Barcelona no tendría otra opción que presentars­e con los bolsillos llenos en un mercado delirante en busca de refuerzos para compensar la pérdida de uno de sus cracks.

¿Qué hacer con 222 millones? Àngel Alonso considera “una utopía” que el PSG pueda pagar la cláusula de rescisión de Neymar con primas de fichaje e impuestos asociados. Pero desde su posición de exfutbolis­ta, técnico y analista, Pichi encontrarí­a un destino para esta fortuna: “Invertir bien, no como se ha venido invirtiend­o hasta ahora. A lo mejor se podría recuperar la opción de Verratti (centrocamp­ista), que es el jugador que le haría más falta ahora mismo al Barcelona. Incluso también daría para firmar a un delantero de nivel”.

Un gran problema es que todo el mundo sabe que tienes una fortuna por gastar y además de manera urgente, porque existe una afición que contentar con fichajes de alcurnia y el mercado cierra el 31 de agosto. Buscar futbolista­s en estas condicione­s es como entrar en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones presumiend­o de reloj. El precio del mejor caviar Beluga (puede encontrars­e a 6.363,50 euros el kilo) es un broma en comparació­n con la cotización, no de los cracks, sino de los proyectos de crack. El Mónaco aca- ba de tasar a Mbappé, delantero de 18 años, en 190 millones de euros y no le faltan pretendien­tes. El PSG no escucha ofertas por Verratti, aunque a partir de 90 millones podría cambiar de parecer. El Borussia Dortmund no quiere dejar escapar a Dembélé por menos de 90 millones y el Liverpool pide 100 por Coutinho. El Juventus ha puesto a Dybala por las nubes (se habla de que ha rechazado una oferta de 95 millones) y el Guangzhou Evergrande quiere hacer un gran negocio con Paulinho (40 millones). Presentars­e en las oficinas del Atlético de Madrid para abonar la cláusula de Antoine Griezmann supone un desembolso de 100 millones de euros. Con estas tarifas el posible ingreso por el traspaso de Neymar queda francament­e relativiza­do.

“Si se va Neymar el equipo queda debilitado y hay que reforzarlo al máximo”, explica Joan Golobart. En su opinión, a expensas de la estructura de equipo que pretenda aplicar Ernesto Valverde, hay que focalizar la inversión en el centro del campo, venido a menos en los últimos tiempos a causa de la prevalenci­a de la delantera. En cualquier caso Golobart alerta del peligro de caer en los mismos errores que en el verano del 2000, cuando el Real Madrid convirtió a Figo en el fichaje más caro de la historia. El Barça de Gaspart empleó la mayor parte de los 60 millones de euros ingresados en la contrataci­ón de Overmars y Petit (49,5 millones) y tiró la casa por la ventana con Alfonso y Gerard López (36,6). Un fracaso sin paliativos.

Para el analista Àlex Delmàs, independie­ntemente del desenlace de Neymar “lo más urgente es fichar un centrocamp­ista que ponga orden”. “El mejor es Verratti, y si no puede ser Verratti, Eriksen, el del Tottenham”. Si se va Neymar, de entrada Delmàs subiría al primer equipo a Aleñá “porque puede jugar hasta en banda, con pierna cambiada”. Y para la delantera plantea dos escenarios: “Si se quiere mantener el sistema y contar con un jugador con profundida­d y desequilib­rio el mejor sería Marco Asensio, pero es infichable. Entonces, al que yo ficharía es a Dembélé o en segunda instancia a Pulisic, también del Dortmund. Otra opción es cambiar el sistema y jugar con un 4-4-2 con rombo, bajando a Messi al centro del campo y jugando con dos delanteros. En este caso MBappé es el mejor en mi opinión. Si aún quedara dinero iría a por un central que también puede jugar de pivote. En ese sentido apostaría por Kimmich, del Bayern”.

UN MERCADO DELIRANTE El Mónaco ha tasado al delantero Kylian Mbappé, de 18 años, en 190 millones de euros GASTAR CON CABEZA Verratti es el nombre más repetido por los analistas mientras que el atacante dependería del sistema

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