La Vanguardia (1ª edición)

Un tango en el ‘check point’

La debutante Maha Haj, palestina israelí, entrecruza historias cotidianas de amor y desamor en ‘Asuntos de familia’

- FERNANDO GARCÍA Madrid

En tiempos otra vez revueltos en el eterno conflicto de Israel y Palestina, la película que la debutante Maha Haj estrenó el viernes en España es una importante proclamaci­ón de la vida por encima de la guerra. Porque Asuntos de familia pone las historias personales por delante de una contienda diaria que no ignora ni rehúye sino que trata de vencer así, a base de relatos de lo íntimo en el acontecer cotidiano.

Una secuencia memorable resume esa victoria de lo vital sobre lo terrible en esta cinta ambientada entre Nazaret –ciudad israelí de mayoría árabe–, Ramala (Cisjordani­a) y Suecia. Se trata del momento en que una de las parejas protagonis­tas se arranca a bailar un tango en la sala de interrogat­orios de un check point o punto de control fronterizo ante la mirada ojiplática de los soldados israelíes situados al otro lado del falso espejo por donde se observa a los detenidos.

Asuntos de familia tiene como punto neurálgico de la trama el lugar más pacífico posible del Israel árabe: la casa de Nazaret donde un matrimonio mayor de palestinos cristianos lleva una vida monótona salpicada por diálogos de sordos sobre naderías. Sólo las conversaci­ones acerca de los hijos, primero, y luego las visitas de hacen unos a otros rompen la asfixiante rutina de estos padres.

Uno de los hijos, Tarek, está soltero y no cede a las presiones de boda de su más que amiga y compañera de clases de tango, Maisa. Viven en Ramala, y cada viaje a Israel es una cruel lotería.

Cerca de Tarek vive su hermana, que está embarazada y cuyo marido, el simpático mecánico de nombre George, obtiene un papel de cine que le permitirá pasar la frontera y ver el mar por primera vez. La abuela, que vive con esta hija, ha perdido la cabeza y vuelve loco a todo el mundo. Pero la convivenci­a es posible.

Lejos, en Suecia, el hermano mayor posee una cabaña junto a un lago, con terraza en la orilla, a la que invita a sus padres para que se alejen por unos días del ruido y los problemas de Nazaret. El próspero hijo en la diáspora aguarda una visita que no llega.

Con humor y toques de surrealism­o; a buen ritmo narrativo pero sin prisa, el primer largometra­je de Maha Haj entrecruza relatos de amor y desamor, disputas y actos de egoísmo, pruebas de cariño y comprensió­n... La guerra de los palestinos con Israel ocupa el trasfondo todo el rato, pero sólo pasa a primer plano cuando Tarek y Maisa se pelean ante los soldados en pleno control.

En Asuntos de familia manda la sutileza hasta para indicar la adscripció­n cristiana de los protagonis­tas: un dato sólo revelado por el (cristianís­imo) nombre de

LA RELIGIÓN ES LO DE MENOS “No importa si somos drusos, musulmanes o cristianos: compartimo­s un destino”

LA DANZA CONTRA LA MUERTE “Quería coger ese lugar letal y horrible que es una sala de interrogat­orios y darle vida”

George y por una imagen de la madona colgada en una pared. “No importa si somos cristianos, musulmanes o drusos. Compartimo­s un solo destino; allí todos sufrimos las mismas agonías y tenemos iguales esperanzas al margen de los diferentes estilos de vida de unos y otros”, dice Haj a La Vanguardia.

A la realizador­a, ella misma cristiana palestina pero con pasaporte y DNI de Israel, no le gustan las películas que dan ideas directas. “El cine de ficción tiene que entrar directamen­te en el corazón y a partir de ahí puede llegar al intelecto. Hacemos arte”.

La confrontac­ión con Israel “no puede subestimar­se ni eludirse”. Pero al respecto sí que se puede y se debe –opina– “bajar volumen del discurso político y la propaganda en favor de lo creativo”, insiste.

Desde esta vocación, la escena del tango es una orgullosa denuncia contra el drama que día tras día sufren cientos de miles de palestinos a quienes el ejército israelí hace pasar “hasta ocho horas de interrogat­orios y humillacio­nes” en los check points de camino al trabajo o a casa de sus familiares. Para explicarlo, Maha Haj podía haber formulado una protesta clara. “Pero elegí ese baile con toda intención. Quería coger ese lugar letal y horrible donde tanto se hace sufrir a la gente y darle vida. Opté por la danza porque es una metáfora perfecta del vitalismo. Así, los dos personajes, además de ser interrogad­os y humillados, eligen la vida. Esa es mi filosofía; el mensaje a mi gente”.

 ?? . ?? Escena de Asuntos de familia en la que Tarek y Maisa bailan un tango en una sala de interrogat­orios
. Escena de Asuntos de familia en la que Tarek y Maisa bailan un tango en una sala de interrogat­orios

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain