La Vanguardia (1ª edición)

Más equipos para vigilar la presencia de ratas en la calle

Barcelona aumenta, hasta noviembre, el número de operarios para reforzar el control de roedores, debido al riesgo de proliferac­ión

- BEATRIZ JIMÉNEZ NÁCHER

El Consorci Sanitari de Barcelona y la Agència de Salut Pública (ASPB) anunciaron el pasado miércoles una ampliación en el control de vigilancia de roedores en espacios públicos. El objetivo es reforzar las medidas existentes ante la previsión de plagas durante el verano, que proliferan por un mayor uso de los espacios públicos y, en consecuenc­ia, un aumento de residuos y restos de comida.

La medida principal, vigente hasta noviembre, ha consistido en el aumento de hasta 10 equipos en activo, compuestos por dos operarios y una furgoneta. Cada coche cuenta con señales de advertenci­a, cajas en las que aplicar el veneno, herramient­as para levantar el alcantaril­lado y distintos tipos de cebo. Manuel Ruiz, uno de estos operarios, ha explicado que introducen 100 gramos de raticida en unas cajas especiales, alargadas y negras, donde sólo las ratas pueden entrar. “Ellas lo ingieren y mueren a los pocos días. Si murieran al instante relacionar­ían el veneno con la muerte, por lo que dejarían de comerlo”.

Los lugares vigilados se definen por una serie de evidencias, como la presencia de excremento­s de múridos cerca de las paredes y esquinas. Es un indicio que alerta de un posible nido en el lugar, y por tanto, futuras inspeccion­es regulares. En esta línea, Sandra Franco, técnica de control de plagas, ha anunciado que los puntos calientes de Barcelona se encuentran en el Barri de la Guineueta, la calle Pere IV y algunos tramos de cloaca en Ciutat Vella, Gòtic, y Sant Andreu. Por su parte, la comisionad­a de salud, Gemma Tarafa, ha remarcado que el número de puntos calientes y de reclamacio­nes muchas veces no se correspond­e, y que el repunte de quejas registrada­s en verano se debe a que “hay más gente en la calle que ve los animales”. Como solución, Tarafa ha enfatizado que todas las quejas reciben respuesta, tal y como ocurrió el año pasado cuando se solventaro­n las 1.600 solicitude­s recibidas con 12.500 intervenci­ones. “Cada queja puede suponer diferentes tipos de intervenci­ón, como ir regularmen­te a un nido”.

La importanci­a de una respuesta rápida también es una prioridad para la Administra­ción. Helena Pañella, directora de Salud Ambiental en la Agencia de Salud Pública, aclaró que las 800 quejas que se han registrado desde enero han sido tratadas en un máximo de 48 horas. Aunque también detalló que los equipos no pueden intervenir en propiedade­s privadas, a no ser que se les autorice el paso. Se puede dar el caso, por ejemplo, en que una finca en estado de abandono se convierta en un criadero de ratas. Si se diera esa situación –ha explicado Pañella– se iniciaría un trámite a través del distrito, que suele ser lento, para conseguir el permiso. “Nos esforzamos por acelerar el proceso reforzando el trabajo interno de las diferentes áreas municipale­s”, ha aclarado.

En cuanto al número de ratas que habitan la ciudad, la agencia de salud pública se está esforzando para dar con una cifra final, que hará pública en el segundo semestre del 2018. Sea como sea, con la

El veneno tiene efectos retardados para que estos espabilado­s animales no vinculen la muerte con su consumo

ampliación de la plantilla que se va a desplegar en verano, se calcula que habrá alrededor de 15.000 intervenci­ones al acabar el año, y por tanto, la situación va a continuar bajo control. Este es el mensajes que se quiere transmitir desde el consorcio y los diferentes servicios municipale­s: que los roedores no son un problema de salud pública y que se trata de una situación normal dentro de los parámetros.

 ?? XAVIER CERVERA ?? Dos técnicos retirando una tapa de alcantaril­lado para aplicar veneno
XAVIER CERVERA Dos técnicos retirando una tapa de alcantaril­lado para aplicar veneno

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain