Mayor riqueza turística
ESTE año, como consecuencia de la recuperación de la coyuntura económica internacional, se registra en España un importante aumento de los ingresos por turismo con respecto al ejercicio anterior. Según el Instituto Nacional de Estadística, no sólo aumenta el número de turistas, sino también el dinero que dejan en el país. Así, el gasto de los turistas extranjeros ha superado todos los récords en los seis primeros meses, hasta junio, y ha llegado hasta los 37.217 millones de euros, lo que globalmente supone un 14,8% más que en el mismo periodo del año anterior. Catalunya, que concentra el 22% del gasto total, es la autonomía más beneficiada por la mejora del gasto de los turistas, con 8.187 millones en el primer semestre, el 15% más.
El aumento del gasto de los extranjeros en el país tiene más relevancia que el aumento del número de turistas que nos visitan, ya que lo importante son los ingresos, pero en la actualidad se registran récords en ambas variables. La situación, pues, resulta envidiable, aunque lo ideal para el país sería recibir menos turistas con mayores ingresos.
De cara al futuro inmediato, en este sentido, todos los expertos coinciden en la necesidad de enfocar una promoción turística más especializada en la captación de turismo de mayor poder adquisitivo en lugar de apostar por mayor afluencia indiferenciada. Una política selectiva de turismo de calidad puede ser la gran solución para los problemas que se derivan de la actual masificación turística que sufren algunas zonas del país. Pero la articulación de una política enfocada en este objetivo hace años que se intenta sin demasiado éxito. El gran reto, por tanto, está en la buena gobernanza del sector, con una adecuada colaboración público-privada, y en una promoción enfocada en el objetivo de atraer el turismo que más interese, sobre la base de analizar bien quién viene, cómo viene y qué hace durante su estancia, con objeto de poder orientar las políticas más acertadas.
Otra tendencia positiva que registran las estadísticas es que el aumento del gasto por turista, que ha mejorado un 5% con respecto al año pasado, se combina con una reducción de su estancia media. Eso supone menos costes medioambientales para el país y mayores beneficios.
La citada mejora de la aportación del turismo a la economía es un factor de extrema relevancia para poner más en valor esta actividad, que se ha convertido ya en el primer sector del país, con un 11% del producto interior bruto (PIB), por delante incluso del sector del automóvil. Las previsiones del sector apuntan que en el 2017 el PIB turístico alcanzará un incremento del 4,1%, un punto por encima del crecimiento de la economía en su conjunto, en una tendencia que se viene repitiendo desde hace ocho años.