Copisa cede sus concesionarias a la banca y su deuda baja 170 millones
La constructora logra nueva financiación y reduce su pasivo directo a 40 millones
Copisa selló la noche del miércoles con la banca el acuerdo que debería permitir la viabilidad de la constructora de la familia Cornadó, que llevaba dos años negociando su futuro ante la imposibilidad de hacer frente a una deuda de 270 millones. El punto principal del pacto –firmado ya por Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia y al que podrían adherirse el ICF, la Sareb y Caja Duero– consiste en la dación en pago de sus principales concesionarias a cambio de la reducción de la deuda en 170 millones.
La compañía ha transferido a la sociedad Concesionaria Mediterránea sus participaciones en concesiones de peaje en la sombra de infraestructuras catalanas: la línea 9 del Metro de Barcelona, la Ciutat de la Justícia, la prisión de Quatre Camins y las carreteras de Cedinsa. Copisa se ha comprometido a solicitar de inmediato la autorización administrativa para vender estas participaciones antes de que acabe el año.
En paralelo, el acuerdo con la banca comprende la segregación de otros 61 millones de deuda, que no generará intereses ni se irá amortizando y cuya devolución se aplaza al 2021. En el caso de que Copisa no pueda devolverla, se capitalizará y los bancos pasarán a tener el 40% de la constructora. Pero, en cambio, si el plan de negocio de la firma va bien, la matriz de la empresa podría asumir de nuevo hasta 15 millones de la deuda segregada y reducir así el riesgo de dilución en el capital de la familia Cornadó.
Después de las dos operaciones citadas, Copisa limita su deuda a solo 40 millones y ve mucho más despejado el camino. Es la cantidad que los bancos creen que puede pagar teniendo en cuenta su nivel actual de actividad y los retornos esperados por la misma en un escenario de normalidad. Si vienen mal dadas y la empresa incurre en determinados incumplimientos en su deuda calificada como sostenible –los 40 millones citados–, la banca podría quedarse con hasta el 80% del capital.
Fuentes financieras se felicitaron ayer por el acuerdo, “que nos ha costado sangre, pero que acaba de la mejor manera posible”. Copisa, como otras compañías, se ha visto muy afectada en los últimos años por la caída de la obra pública. Justo hace tres años, en agosto del 2014, la compañía refinanció su deuda, pero muy poco tiempo después se vio que le sería imposible cumplir el acuerdo. La banca contrató entonces a la firma Alvarez & Marsal con el objetivo
Tras unos años duros, Copisa puede ahora volver a crecer gracias a líneas de liquidez por hasta 300 millones
de articular el pacto para quedarse la empresa a cambio de su deuda.
La familia descartó esta opción y, asesorada por Cortés Abogados y PwC, ha logrado ahora un acuerdo infinitamente mejor. La banca perderá aproximadamente la mitad de los 170 millones de deuda asociados a las concesionarias, cuyo valor de mercado ronda los 90 millones. Y el resto se fía a la capacidad de Copisa para remontar. Con unos 1.400 empleados y ventas de unos 400 millones en el 2015, la empresa está tratando de profundizar en su diversificación geográfica para recuperar tamaño y rentabilidad. En esta nueva etapa, contará con un factor decisivo, la financiación, que ha escaseado en los últimos tiempos. La banca le asegura ahora hasta 300 millones de euros de circulante para crecer.