El antiguo amo de las finanzas de Vigo salió ayer de prisión
Julio Fernández Gayoso, de 85 años, llevaba en la cárcel desde enero
En los más de seis meses que pasó en la prisión pontevedresa de A Lama a los 85 años, el antiguo amo y señor de las finanzas del sur de Galicia, Julio Fernández Gayoso, ha perdido el don con el que le trataban con reverencia incluso los ejecutivos que ya eran sus superiores cuando él se había atornillado al sillón de un cargo honorario, para seguir mandando en la caja de ahorros viguesa en la que entró de auxiliar y que empezó a dirigir en el franquismo. “Bueno, Julio, ya nos veremos”, le dijo ayer en el aparcamiento de la cárcel el preso de confianza que ayudó a sacar los efectos personales de este octogenario al que la Audiencia Nacional puso en libertad por su edad, salud, arrepentimiento y la devolución del dinero adeudado por el caso de las jubilaciones de oro en Novacaixagalicia.
Las imágenes captadas por Atlas Galicia en la puerta del penal de A Lama constituyen todo un testimonio, pues no había ninguna de cuando él y otros directivos de la ya extinta Novacaixagalicia ingresaron el pasado 15 de enero, del mismo modo que no ha transcendido mucho de su vida tras las rejas, como si aún persistiesen restos de la antigua intocabilidad de Gayoso, a quien políticos y colaboradores temían por su hábil uso de los dossieres personales.
Ayer en televisión se vio la salida de prisión de un hombre de avanzada edad y “delicado estado de salud”, según el auto de excarcelación de la Audiencia Nacional. Caminaba bajo el paraguas agarrado a una persona allegada y con la colaboración de otro preso que le trató amigablemente de “Julio”, sin el don.
El financiero que acumulaba varias medallas del mérito al ahorro, así como un doctorado honoris causa de la Universidad de Vigo y la medalla Castelao de la Xunta de Galicia cumplirá el resto de sus dos años de condena trabajando, sin ánimo de lucro, en la Fundación Érguete, que preside Carmen Avendaño, la líder del colectivo de madres gallegas contra la droga que se hizo célebre por sus luchas de las últimas décadas del siglo pasado. Érguete (levántate en lengua gallega) se dedica a la rehabilitación de extoxicómanos y a la reinserción de antiguos presos. Según ha explicado Avendaño, Gayoso se encargará de servir el desayuno a indigentes y de acompañarlos al médico, además de colaborar con la contabilidad de la asociación. Desde que el financiero ingresó en prisión en los círculos del poder de Vigo había un movimiento en favor de su liberación, que se materializa de este modo.
Gayoso fue condenado como colaborador necesario de un delito de apropiación indebida por las jubilaciones de oro de los directivos, que él no cobró. Acabó pagando por su empecinamiento por seguir al frente de la caja fusionada gallega pese a su edad. En cambio, el director de Caixa Galicia, José Luis Méndez, con una gestión aún más polémica, se libró de la condena al ser apartado antes.
Don Julio, como se le conocía en la caja, perdió el trato de don y tendrá que servir a indigentes