Cada lengua es un tesoro
JESÚS TUSON (1939-2017) Lingüista
Mire la foto: si le pone un salacot, asemeja un explorador de aquellos que recorrieron África buscando las fuentes del Nilo y clasificando todas las especies de la flora y de la fauna que eran desconocidas por la humanidad. Jesús Tuson, sin embargo, no era ningún explorador, ni necesitaba salacot alguno para seducir al oyente. Su presencia humilde y su voz calmada cautivaban al personal. Pero tras esa apariencia, sus ideas y sus afirmaciones eran de una fuerza conmovedora, incuestionable. Y todo en favor de la biodiversidad, de la biodiversidad lingüística.
Jesús Tuson, doctor en Filología Románica por la Universitat de Barcelona, consideraba que cada lengua era un tesoro y que la pérdida de cualquiera de las más de 6.000 que pueblan la Tierra era irreparable. Sus estudios, publicados en una bibliografía generosa, estudiaban el fenómeno del catalán y del castellano, pero sin dejar de extrapolarlo a todas las lenguas del mundo. De hecho, sus trabajos, como El luxe del llenguatge (1986) y Mal de llengües (1988), fueron pioneros en estos estudios y fueron de gran ayuda para otras lenguas minorizadas.
Las lenguas millonarias –millonarias en número de hablantes– siempre quieren más, repetía el profesor, y ante las lenguas minorizadas fingen que son las pequeñas las que ponen en peligro las grandes. Como en el mundo de la economía, la lucha por el monopolio deja muchas pérdidas por el camino. Pero el argumentario de las lenguas internacionales, las que quieren dominar el sistema y les molesta la diversidad lingüística, Tuson lo revocó constantemente en sus clases de la facultad de Filología de la Universitat de Barcelona y en sus ensayos, publicados en más de quince volúmenes.
Otra de las pasiones de este filólogo nervudo y sin pelos en la lengua, nacido en València en 1939, era el lenguaje metafórico y la ambigüedad de la lengua, aspecto sobre el cual elaboró su tesis. El lenguaje figurado es una de las riquezas añadidas de la lengua, y Tuson lo analizó a fondo en varios libros, como Una imatge no val més que mil paraules(2001) i Això és (i no és) Allò (2008), que publicó cuando se jubiló. Dejó la universidad, pero no su pasión por la lengua.
Las lenguas minorizadas y el lenguaje metafórico fueron dos de sus áreas de investigación