Trump da oxígeno a Maduro al esgrimir una intervención militar
Los países latinoamericanos críticos con el chavismo rechazan el uso de la fuerza
Los populismos se tocan. Alumno ramplón de su mentor, Hugo Chávez, pero discípulo al fin, el presidente Nicolás Maduro sigue al dedillo la escuela retórica del fallecido mandatario venezolano y ha hecho caer en su trampa al presidente estadounidense, Donald Trump. Al no descartar una intervención militar en Venezuela, Trump da alas a Maduro y abre una brecha en el aislamiento internacional a que se veía abocado un chavismo que ya es abiertamente autoritario.
Venezuela no tiene nada que ver con Corea del Norte, pero tras mantener a última hora del viernes una reunión sobre la tensión con el país asiático, Trump improvisó una comparecencia ante la prensa y de Pyongyang pasó a Caracas. “Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar, si es necesario”, declaró Trump. “Es nuestro vecino. Tenemos tropas por todo el mundo, en lugares muy, muy alejados. Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo y muriendo”, agregó.
Trump hizo estas declaraciones en su club de golf de Nueva Jersey, flanqueado por el secretario de Estado, la embajadora en la ONU y el asesor de seguridad nacional, lo que dio mayor calado a sus palabras. No obstante, una vez más, el presidente fue matizado por otros funcionarios de su Gobierno. El Pentágono negó en un comunicado haber recibido “ninguna orden sobre Venezuela”, aunque aclaró que “estamos preparados para ayudar al Gobierno a proteger nuestros intereses nacionales y a nuestros ciudadanos”.
Paralelamente, la Casa Blanca respondió negativamente a la petición realizada anteriormente por Maduro de conversar con el mandatario estadounidense y en una nota señaló que “Trump ha pedido a Maduro respeto por la Constitución, elecciones libres y justas, la liberación de los presos políticos y el cese de las violaciones a los derechos humanos”, pero “Maduro ha elegido el camino dictatorial”. El texto agrega que “Trump hablará con mucho gusto con el líder de Venezuela tan pronto como se restablezca la democracia en el país”.
Aunque la amenaza de Trump fue celebrada en las redes sociales por muchos opositores venezolanos, cuyos líderes apuestan desde hace tiempo por el enfrentamiento civil o un golpe militar antichavista, la realidad es que la bravata estadounidense dio oxígeno a Maduro. Los mismos países de la región que la semana pasada se reunieron en Lima para declarar que Venezuela ya no es una democracia, reaccionaron ayer rechazando una posible intervención militar.
Incluso el ministro de Exteriores peruano, Ricardo Luna, que el viernes anunció la expulsión del embajador venezolano en Caracas –respondida por Maduro con la del encargado de negocios de Perú en Venezuela–, se vio obligado a salir ayer a condenar “la amenaza o el uso de la fuerza no aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”. Por su parte, la cancillería colombiana también rechazó las “medidas militares”.
El primer canciller en reaccionar había sido el chileno, Heraldo Muñoz, firmante también de la Declaración de Lima, que el mismo viernes tuiteó: “Chile rechaza amenaza de una intervención militar en Venezuela”. También ayer el Mercosur, que hace unos días suspendió a Caracas del bloque, emitió un comunicado donde “rechaza el uso de la fuerza para restablecer el orden democrático” en Venezuela.
Mientras tanto, el chavismo se frota las manos. La presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez, redobló su apoyo a Maduro ante las “infames amenazas” de Trump. Y el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza aseguró que EE.UU. “pretende arrastrar a América Latina y el Caribe a un conflicto”.
Con el ambiente enrarecido por las declaraciones de Trump y mientras algunos analistas entienden que podrían servir de excusa a Maduro para decretar el estado de excepción, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, inicia hoy en Colombia una gira regional donde Venezuela será tema destacado de la agenda. Pence también visitará Argentina, Chile y Panamá.
El vicepresidente de EE.UU. inicia hoy en Colombia una gira por cuatro países de la región