Ruth Beitia se cae del podio y vislumbra el adiós
Los cuatro meses horrorosos que ha vivido Ruth Beitia (38), salpicados de lesiones y contratiempos, se le volvieron ayer en contra, como un bumerán.
Cuando le preguntaban en estos días, en una suite del Tower Hotel, ella enumeraba los problemas, como en la lista del supermercado: “un edema en el psoas, un derrame en la rodilla, una vértebra girada y un hombro tocado”, contaba.
Y así, envuelta en dudas, comparecía a sus octavos Mundiales.
–No se olvide de la edad. Los 38 pesan –insistía, sonriendo, encogiéndose de hombros. Ayer no fue así. Ayer, lloraba: –Mi cabeza me da hasta los 80 años. Pero este cuerpo no aguanta más. No me planteaba un final así, pero estos son mis últimos Mundiales. Por ahora me voy de vacaciones. Y a la vuelta, debo plantearme qué voy a hacer.
Aquellos males recientes habían hecho de ella una saltadora vulnerable. Irregular. Capaz de elevarse hasta el 1,94. O de quedarse en el 1,80. Todo, en una semana.
–¡Si hace un mes no pensábamos ni venir! –dice Ramón Torralbo, su entrenador en Santander.
Los mimbres eran frágiles, y sobre ellos se apoyaba ahora una atleta antes sólida, una deportista que suma quince podios en grandes campeonatos. Incluido el oro olímpico del verano pasado, en Río. Y otros tres títulos europeos. Y un bronce mundial.
Por ese motivo, ayer, cada vez que Beitia abandonaba ese estado semihipnótico al que se entrega antes de volar, la megafonía decía: –Ahí va la campeona olímpica. Londres le rendía los honores. Sirvió de poco. O de nada. Beitia llegó a pasar limpia el 1,88 m. Ahí se quedó. No se veía tan abajo desde el Mundial del 2005.
El oro se lo quedó Maria Lasitskene (24), atleta sin bandera, presente en Londres gracias a una particular excedencia: es rusa.
La IAAF mantiene el veto para los atletas rusos, expulsados de las competiciones internacionales al entenderse que incurrieron en dopaje de Estado. Solo unos pocos pueden saltar al ruedo. Lo hacen bajo las siglas ANA: Authorised
Neutral Athletes. Entre ellos está
Lasitskene.