La Vanguardia (1ª edición)

El misil era Márquez

El de Cervera se apunta su 70.ª ‘pole’ ante las Ducati oficiales

- TONI LÓPEZ JORDÀ Barcelona

Hay circuitos Yamaha, hay pistas Honda, y unos pocos trazados Ducati, como el Red Bull Ring austriaco, favorable con sus cuatro rectas a la velocidad punta endiablada de las máquinas italianas. Y luego está Marc Márquez, que fulmina toda lógica, arranca toda etiqueta y ridiculiza cualquier regla preestable­cida con su ambición y talento.

El líder del Mundial de MotoGP fue el único misil que se vio ayer en la clasificat­oria del GP de Austria: se apuntó su tercera pole seguida, quinta del curso, 70.ª de su palmarés (alargando el récord histórico), ante las dos Ducati oficiales, de Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo, que aspiraban a copar las posiciones preferente­s, como hicieron Iannone y Dovi el curso pasado (pleno de pole-victoria con doblete-mejor vuelta).

Pero, ¿cómo atraca Márquez el templo de la velocidad que sonríe a Ducati? Los datos no dejan lugar a dudas: Marc lideró la tabla de velocidade­s punta, con 310,8 km/h de máxima, 2 km/h más rápido que la Ducati de Abraham, y 4,8 y 5,3 más veloz que las Desmosedic­i oficiales de Dovizioso y Lorenzo. Y, viendo los parciales del trazado, el de Cervera fue el más veloz en tres de los cuatro sectores, con rectas.

Conclusión: su Honda Repsol es más rápida que las Ducati en velocidad pura. ¿Cómo lo ha logrado? El piloto daba una pequeña pista: “Parece que hemos mejorado bastante, hemos encontrado una buena base; nuestro principal problema en la aceleració­n era el willy (el caballito que hace la moto al abrir gas a causa de la entrega de potencia desmesurad­a), estoy sacrifican­do otros aspectos para mejorar en aceleració­n, y lo estoy logrando bastante con un buen equilibrio de la moto. Sobre todo es trabajo del equipo; en el test de Brno probamos muchas cosas pensando en este circuito, y también adapto mi estilo de pilotaje a la moto”, comentaba Márquez, que se encuentra en un momento dulce de forma y confianza tras las victorias seguidas en Sachsenrin­g y Brno.

Un ascenso prodigioso (86 de los 100 puntos posibles en las últimas cuatro carreras) que ha coincidido con el socavón que ha sufrido Maverick Viñales (35 de 100). De este modo, el Mundial ha dado un vuelco radical: el de Cervera ha pasado de estar cuarto descolgado a -37 de Viñales, a liderar el campeonato con +14 sobre el de Roses, segundo...

Una tendencia que tiene muchos números de incrementa­rse en Austria, donde Márquez arranca como claro favorito y Viñales, 4.º, vuelve a ir a remolque, sacando la lengua. “Esperaba haber rodado más rápido. Hoy la moto iba al límite, hemos sacado lo mejor”, admitía Mack, que se quedó a medio segundo de Márquez. Un mundo. El nuevo carenado que montó en su Yamaha le ayuda en la aceleració­n, pero no hace milagros. “Las Honda y las Ducati han mejorado en aceleració­n y nosotros nos hemos estancado un poco”, reconocía el de Roses, que debería luchar por el podio con las Ducati y con Valentino Rossi, que sale 7.º después de arreglar el fin de semana que había empezado retrasado.

En las categorías menores, Franco Morbidelli defiende liderato de Moto2 saliendo del 2.º puesto, con la presión de Àlex Márquez al lado (3.º), mientras que en Moto3, el barcelonés de nacionalid­ad argentina Gabriel Rodrigo logró su segunda pole seguida, y el líder Joan Mir perdía la segunda plaza por rodar por fuera de la pista. El balear sale 10.º.

Márquez minimiza sus problemas de aceleració­n y hace mejor la Honda que las Ducati en velocidad punta Después de endosar 37 puntos a Viñales en tres carreras, el líder puede dar un golpe al Mundial

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JURE MAKOVEC / AFP El catalán Marc Márquez exprime la mecánica de su Honda Repsol para lograr su quinta pole del año

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