Kim Jong Un
LÍDER NORCOREANO
El régimen de Pyongyang no cesa en su escalada de provocaciones a EE.UU. y ayer emitió unas imágenes donde simula bombardear y destruir un bombardero, un caza y el portaviones de propulsión nuclear Carl Vinson.
Corea del Norte no se echa atrás en su pulso con EE.UU. Pocas horas después de que bombarderos estratégicos B-1B y cazas estadounidenses volaran cerca de sus costas, el régimen de Pyongyang emitió unas imágenes de propaganda en las que mostraba el ataque y posterior destrucción de un bombardero y del portaaviones nuclear Carl Vinson. El día antes, su ministro de Exteriores había advertido en la ONU que EE.UU. será blanco de los misiles norcoreanos. La tensión prosigue su escalada en la península coreana alimentada por un continuo cruce de amenazas entre Kim Jong Un y Donald Trump.
Corea del Norte recurrió ayer a la propaganda para responder a los vuelos intimidatorios de los bombarderos estratégicos B-1B Lancer y los cazas que EE.UU. había mandado desde sus bases en las islas de Guam y Okinawa. La agencia oficial de noticias norcoreana KCNA mostró una foto en la que se observaba a misiles del tipo Pukgukson-2 atacar a un bombardero B-1B y a un caza F-35 y su impacto en los dos aparatos estadounidense, que se ven envuelto en llamas, según la agencia surcoreana Yonhap.
En estas imágenes, de un vídeo elaborado por ordenador, el régimen norcoreano muestra asimismo un ataque al portaaviones Carl Vinson, que en una de las últimas crisis en la península coreana navegó durante un tiempo por aguas de Corea del Sur. En las imágenes se percibe cómo el navío de EE.UU. es atacado por un misil lanzado desde un submarino norcoreano.
Y a modo de advertencia, el subtítulo del vídeo dice que “si el F-35, el B-1B y el Carl Vinson encabezan el ataque de EE.UU., se dirigirán a la tumba en ese orden”. En el montaje también aparece Donald Trump durante su intervención en la base Andrews, con motivo de la celebración del 70 aniversario de la fuerza aérea estadounidense, y donde es tratado como un loco.
La emisión de vídeos propagandísticos, donde Corea del Norte aparece victoriosa sobre EE.UU., no es una cosa nueva por parte de Pyongyang. Los produce con cierta regularidad en épocas de tensión. En montajes anteriores, Pyongyang había elaborado imágenes en las que reproducía un ataque a la Casa Blanca o la destrucción de una ciudad que se asemejaba a Nueva York.
En esta ocasión, esta producción ha visto la luz un día después de que los dirigentes norcoreanos organizaran el sábado una gran concentración para escenificar su rechazo a las amenazas de EE.UU. y mostrar su apoyo al líder, Kim Jong Un. Una manifestación en la que habrían participado más de 100.000 personas, según la agencia norcoreana KCNA.
Durante este acto, celebrado en la céntrica plaza Kim Il Sung, padre de la patria y abuelo del actual dirigente Kim Jong Un, la muchedumbre escuchó los discursos de representantes del Partido de los Trabajadores y del ejército y coreó consignas contra EE.UU. “Estamos esperando el momento adecuado para eliminar EE.UU., el imperio del mal, para eliminarlos del planeta”, leyó Ri Il Bae, un oficial al mando de la Guardia Roja, según l KCNA.
En esta concentración, los dirigentes norcoreanos volvieron a leer íntegro el discurso que Kim Jong Un pronunció el viernes, en el que criticó la intervención de Trump ante la ONU, donde amenazó con destruir Corea del Norte y le llamó hombre cohete . En el discurso Kim dijo, en un tono serio y reposado, que “domaré con fuego a ese desequilibrado y viejo chocho americano”. Una advertencia que el presidente estadounidense respondió través de un tuit en el que calificó a Kim Jong Un de “un hombre loco al que no le importa morir de hambre o matar a su pueblo”.
Este cruce de descalificaciones entre los dos dirigentes elevó la tensión en la península coreana a unos niveles inquietantes, que se vieron de nuevo alimentados el pasado sábado. Este día, desde la tribuna de la ONU, el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong Ho, amenazó de nuevo a Washington con lanzar un lluvia de misiles
El secretario del Tesoro, Mnuchin, insiste en que Trump no quiere una guerra nuclear con Pyongyang
balísticos sobre el territorio estadounidense.
A su vez, el Pentágono también contribuyó a alimentar esta crisis enviando los bombarderos B-1B y cazas F-15C cerca de la frontera de Corea del Norte, en una misión intimidatoria y “con el fin de enviar un mensaje claro” de que Washington dispone de “opciones militares” ante cualquier amenaza, indicó el Pentágono a través de su portavoz.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, intentó ayer rebajar la tensión. Subrayó que Trump no desea una “guerra nuclear” con Corea del Norte y que “haremos todo lo que podamos para asegurarnos de que eso no ocurra”, dijo en una entrevista con el programa This Week ,dela cadena televisiva ABC.