Macron recibe su primer revés en las senatoriales
Los Republicanos conservan su mayoría en la Cámara Alta
El presidente francés, Emmanuel Macron, vivió ayer su primer revés electoral en la renovación parcial del Senado francés, donde su partido, La República en Marcha (REM) obtuvo menos escaños de los que esperaba y los conservadores de Los Republicanos mantendrán el control de la Cámara Alta.
La formación presidencial no consiguió repetir su éxito en las legislativas y ni ha obtenido los 29 escaños que tenía en el Senado actualmente, esencialmente socialistas que se habían cambiado de bando. A falta de que se atribuyera uno, REM sólo llegaba a 23, lejos de los 45-50 que anticipaban a principios de esta semana. Este resultado no impedirá que Macron gobierne –en Francia la última palabra la tiene la Asamblea Nacional– pero le aleja de las tres quintas partes de los diputados en ambas cámaras (555 en total) necesarias para poder realizar una reforma constitucional sin un referéndum. Ahora necesitaría convencer a unos 160 senadores y llegar a acuerdos con otros partidos si quiere “modernizar Francia”, aunque ya ha avisado que está dispuesto a jugársela a una consulta.
Mejor parados salieron Los Republicanos, que mantuvieron el control del Senado (se elegían 171 de los 348 escaños) con una victoria mayor de la esperada, que otorga a los conservadores al menos 150 senadores. “Los votantes han demostrado que quieren un contrapeso parlamentario, que desde mi punto de vista es básico para la democracia”, valoró el presidente de la cámara, Gérard Larcher. Por su parte, los socialistas consiguieron parar la sangría de la primavera y resistieron mejor de lo previsto, viendo sus filas reducidas sólo de 86 a 68 senadores. El Frente Nacional se quedó igual, con dos escaños.
La naturaleza del escrutinio –solamente podían votar 76.359 grandes electores, es decir, parlamentarios, alcaldes...– era desfavorable al jefe de Estado, pero no ha ayudado la impopularidad con que el mundo local ha acogido medidas como la eliminación progresiva para el 80% de los contribuyentes de la tasa de la vivienda, uno de los principales impuestos que están percibiendo en los ayuntamientos.