El PNV ofrece “toda su influencia” para dar una salida justa a Catalunya
Urkullu pide un referéndum legal y pactado como solución al conflicto
Buscar una solución para Catalunya es “prioritario” en el PNV. El partido vasco se comprometió ayer en el Alderdi Eguna (Día del Partido) a usar toda su “influencia y capacidad de acción política” para dar una salida “justa y democrática” al conflicto catalán, del que hizo responsable al Gobierno de Rajoy, y abogó por la celebración de un referéndum “legal y pactado” como única forma de encauzar el choque territorial.
Ante los miles de simpatizantes que poblaron las campas de Foronda (Álava), la formación jeltzale endureció su discurso contra el Partido Popular y evidenció que, con la deriva de la cuestión catalana en la última semana, es muy complicado que brinden de nuevo su apoyo a Mariano Rajoy para aprobar los presupuestos de 2018. “Lo que está pasando es una barbaridad democrática y una torpeza política”, clamó el presidente del partido, Andoni Ortuzar. En la misma línea se expresó el lehendakari Urkullu: “¿El Gobierno español ha valorado las consecuencias futuras de las decisiones judiciales, policiales y penales que está impulsado? Me temo que no”, aseguró.
El presidente vasco subrayó que el actual modelo de Estado “ha fracasado” e instó a Madrid a “cambiar la unidad impuesta”, lo que en primer lugar pasaría por “reconocer la existencia de dos naciones”, en referencia a Catalunya y Euskadi. Escéptico con las garantías del 1-O por el contexto en el que se está desarrollando, Urkullu insistió en los ejemplos de Quebec y Escocia, que para el PNV constituyen el paradigma de actuación: una consulta acordada entre las instituciones implicadas. “La única salida es el diálogo y un referéndum legal y pactado”, resaltó.
El lehendakari fue muy crítico con la actitud del Gobierno de Rajoy ante el conflicto catalán, al que afeó que “a los ojos del mundo forma parte del problema y no de la solución”, y le culpó de conducir la situación hacia “un escenario de escisión social y de ruptura política e institucional que será muy difícil de revertir en mucho tiempo”. Ante el inmovilismo y la falta de diálogo de Madrid, el PNV reafirmó su posición mediadora entre partes y subrayó que va a utilizar toda su “influencia política” para solucionar el conflicto, un posicionamiento de calado teniendo en cuenta la buena sintonía jeltzale con Rajoy desde el acuerdo presupuestario de mayo y con la negociación de las futuras cuentas en el aire. “El problema no es votar –afirmó Ortuzar-, el problema es no dejar votar”.
Como hizo el pasado jueves en el Parlamento vasco, el lehendakari Urkullu defendió su propuesta de un estado confederal así como la “vía vasca” emprendida, basada en ensanchar el autogobierno y la soberanía en base a la negociación y el pacto. Con respecto a las críticas de la izquierda abertzale pidiendo que corte su relación con el PP de cara a la aprobación presupuestaria, Ortuzar fue claro a su manera: “No se puede romper lo que no existe”.