La Vanguardia (1ª edición)

París recuerda con una gran exposición la soprano Maria Callas

La muestra ‘Maria by Callas’, dedicada a la soprano, inaugura la Seine Musicale

- ÓSCAR CABALLERO París

Ana María Cecilia Sofía Kalogeropo­úlou murió hace cuarenta años. Pero Maria Callas, su nombre de escena, la sobrevive, inalcanzab­le patrón para medir a todas las sopranos. Primera en todo, su exposición, Maria by Callas, inaugura las muestras de la flamante Seine

Musicale, al noroeste de París. Un fan, Tom Volf, recorrió el mundo para reunir filmacione­s y grabacione­s piratas, discos perdidos, fotografía­s privadas, incluida una filmación, en Mónaco, con Grace Kelly como camarógraf­a.

Tom Volf prolonga la exposición en tres libros: Maria by Callas con 150 ilustracio­nes, Callas confidenti­al (fotos inéditas y entrevista­s a menudo íntimas) y una antología de cartas (como esa que le envía a su gran amor, Onassis, “soy tuya, haz de mí lo que quieras”), con el fragmento de unas memorias inconclusa­s. Además, rodó el documental

Voir Maria by Callas, que será estrenado el 14 de diciembre, el mismo día en que cierra la exposición. Más madera: una caja de 42 CD

con grabacione­s, de 1949 a 1964, y de propina doce óperas en vivo, jamás grabadas en estudio.

En fin, Maria Callas la pasión de

la escena: 3CD “para subrayar cómo Callas revolucion­ó la interpreta­ción de la ópera, gracias a su fervor dramático”.

Si ese fue uno de los rasgos diferencia­les de la Callas, soprano que se aprovechab­a de una voz extendida sobre tres octavas para osar todos los papeles, el otro, el que la sacó del mundo de la lírica para colocarla en un pedestal, en la moda y la que empezaba a ser llamada jet

set, contribuyó a su fama. Sobre todo cuando se divorcia de su marido y agente, el italiano Giovanni Battiste Meneghini, treinta años mayor, quien le creó, con reportajes armados, una imagen de señora modosita, y se casa con el armador griego Aristótele­s Onassis.

La Callas cambia bruscament­e de estilo, tanto en la manera de vestir –luce bañador y modelos que la rejuvenece­n– como en su ritmo de vida del que la escena se esfuma.

Era la revancha de la hija de un matrimonio griego, nacida en Nueva York el 2 de diciembre de 1923, malquerida por su madre, que esperaba un varón y le criticaba su físico, explicació­n de sus complejos más tarde, cuando dirá “mi madre me robó la infancia”.

También la hizo subir al escenario, con 17 años, en Grecia, donde se habían instalado y la madre, divorciada, era empresaria teatral. Lo curioso es que su plenitud como intérprete fue tan breve como intermiten­te. La rescataron su amigo Pier Paolo Pasolini, quien le dirigió una interpreta­ción muda y deslumbran­te de Medea, y Luchino Visconti, a quien le pedía que la siguiera desde el foso de la orquesta para darle suerte.

Pero si en 1964 su voz declina cuando canta Tosca en el Metropolit­an de Nueva York, el director del teatro, su enemigo declarado por cierto, dirá más tarde “no cantó bien, pero eso no tenía la más mínima importanci­a: jamás hubo ni habrá una Tosca semejante”.

Ahora es normal, pero cuando Callas introdujo en la lírica la intensidad de una actriz, al precio de adelgazar bruscament­e treinta kilos para romper la imagen de la oronda soprano, aquello era tan novedoso como su estatuto digno de una estrella de Hollywood.

Auriculare­s para seguir su voz cantada y hablada –numerosas entrevista­s en francés– guían al visitante de la exposición, entre una cantidad de filmacione­s, fotos y documentos inéditos, entre los que las cartas permiten espiar una vida privada con más bajos que altos.

Y ese golpe final, en 1968, cuando descubre, en un periódico, que Onassis desposa a Jackie Kennedy. Murió nueve años después, en su apartament­o parisino de la avenida Georges-Mandel, el 16 de septiembre de 1977. Era el fin de La Divina, de una época, de una larga historia. Pero la muerta tenía solo 53 años.

La muestra incluye tres libros, un documental y una caja con 42 CD con grabacione­s

 ??  ??
 ??  ?? Una de las salas de la exposición dedicada a Maria Callas, en Boulogne-Billancour­t
Una de las salas de la exposición dedicada a Maria Callas, en Boulogne-Billancour­t
 ?? INTERFOTO / ALAMY / ALAMY ?? La soprano saluda al público con el tenor Giuseppe Di Stefano
INTERFOTO / ALAMY / ALAMY La soprano saluda al público con el tenor Giuseppe Di Stefano
 ?? TOM VOLF / ©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS ?? Callas y Onassis, en 1966
TOM VOLF / ©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS Callas y Onassis, en 1966
 ?? ©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS ?? Callas, en El barbero de Sevilla
©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS Callas, en El barbero de Sevilla
 ?? ©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS ?? Callas, entre Gracia y Rainiero de Mónaco
©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS Callas, entre Gracia y Rainiero de Mónaco
 ?? ©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS ?? La soprano con Marilyn Monroe
©FONDS-DE-DOTATION-MARIA-CALLAS La soprano con Marilyn Monroe
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain