El Nàstic perdona a un Zaragoza con diez, pero golpea in extremis
En una Romareda crispada, especialmente tras la expulsión de Borja, con el ambiente ya enrarecido por la situación que se vive en Catalunya, el Nàstic mereció ganar, a punto estuvo de perder y al final logró arañar un punto que sabe a gloria. Para el optimismo, que tras la llegada de Rodri el equipo ha reaccionado y tiene claro a lo que juega. Lástima que desperdició al menos tres ocasiones claras de gol, con dos grandes paradas de Cristian Álvarez.
Con el duelo tensionado e igualado, aprovechó el conjunto maño un córner para ponerse muy rápido por delante gracias a un buen cabezazo de Toquero. Supieron reaccionar los de Tarragona aunque faltó inspiración en la creación y cabeza fría para aprovechar la superioridad numérica en toda la segunda mitad.
Cuando la derrota, aunque injusta, parecía inevitable, perdonaron el 2-0 los de Natxo González (ex Reus) y el Nàstic siguió apretando con coraje. La fe tuvo premio en el último suspiro con un buen cabezazo de Maikel aprovechando un balón rechazado por el travesaño a remate de Omar.