La Airef avisa que el PIB catalán se estancará en el 2018 si la crisis persiste
La inestabilidad podría restar 2,7 puntos a Catalunya y 1,2 al conjunto de España
La crisis institucional sin precedentes que vive Catalunya frenará significativamente el crecimiento de su economía el año que viene, a juicio de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) e incluso podría estancarse. Según cómo evolucionen las cosas, la inestabilidad política podría restar hasta 2,7 puntos porcentuales de su PIB, de manera que el alza real sería cercana a cero. El citado organismo publicó ayer un informe sobre las líneas fundamentales de los presupuestos para el próximo ejercicio que, en el mejor de los casos, cifra este impacto negativo en 0,7 puntos, con lo que se crecería en el entorno del 2%. Como consecuencia de estos contratiempos, se complica el cumplimiento por parte de la Generalitat de los objetivos de estabilidad para el 2018.
La situación derivada del conflicto catalán también tendrá un reflejo directo en el PIB del conjunto de España, según la Airef. En este caso, restará entre 0,4 y 1,2 puntos porcentuales. Este será el efecto global en la economía, lo que el organismo que preside José Luis Escrivá denomina el “shock común”. Así, el diferencial de impacto que tendrá Catalunya, el “shock idiosincrático” en palabras del informe, oscilará entre 0,3 y 1,5 puntos porcentuales.
Este nuevo informe de la Airef, que complementa el emitido el pasado 26 de octubre sobre el estado financiero de las comunidades autónomas, describe dos grandes escenarios según la intensidad de los “shocks”. Uno, el central, considera que habrá una “resolución a corto plazo” y “las comunidades autónomas percibirán los recursos de financiación comunicados en julio”. Esta situación, la más optimista de las descritas en el documento, que ve posible a tenor de los últimos acontecimientos –se sobreentiende que se refiere a la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre en virtud de la aplicación el artículo 155 de la Constitución a la Generalitat– supondría el “comienzo de una normalización progresiva”, que implicaría un “escenario de estrés temporal”. En este caso, al menor crecimiento común a toda España de cuatro décimas antes citado se sumaría un impacto sobre los ingresos propios de la comunidad inferior a una décima de PIB. Y a las siete décimas que se restarían específicamente a Catalunya habría que añadir un impacto sobre los ingresos propios y la evolución de los gastos de una décima.
El segundo escenario, el derivado de la intensificación y la prolongación en el tiempo de la inestabilidad, podría dar lugar a “impactos negativos crecientes”, advierte el informe. La resta máxima en el PIB de 2,7 puntos podría llevar a un crecimiento real cercano a cero en Catalunya. En términos presupuestarios, un “shock amplificado y dilatado durante todo el 2018” afectaría a los ingresos propios y a la evolución del gasto en hasta cuatro décimas de PIB (dos décimas por el “común” y otras por el “idiosincrático”).
El conflicto catalán tendrá efectos en la situación fiscal de la Generalitat.
El shock institucional complica que la Generalitat cumpla el objetivo de déficit, advierte el organismo
Sólo en el escenario central de resolución a corto plazo y manteniendo las entregas a cuenta acordadas en julio, la Airef ve factible el cumplimiento del objetivo de déficit. En este caso, Catalunya estaría, al cierre del 2017, “en un buen punto de partida, que, de confirmarse, exigiría un ajuste en el 2018 en torno a dos décimas del PIB”. Pero, advierte, “si se actualizan las entregas a cuenta conforme al crecimiento del 2,3% contemplado en el plan presupuestario, el cumplimiento del objetivo de déficit sería improbable”. Y, añade, “en el escenario de materialización de los riesgos a la baja en su máxima extensión, sería muy improbable, con independencia de las entregas a cuenta”.