Jane Birkin
ACTRIZ Y CANTANTE
La cantante y actriz británica, Jane Birkin, con nacionalidad francesa, es una de las septuagenarias del pop-rock francés de su generación, como Sylvie Vartan y Brigitte Fontaine, que se mantienen en cartel y activas.
Para el elixir pop de larga vida no hay distinción de sexos : las septuagenarias Brigitte Fontaine, Jane Birkin y Sylvie Vartan, como sus colegas masculinos de los años 40 del siglo pasado, siguen en la brecha.
Brigitte Fontaine (24 de junio de 1939), actriz de cine y teatro, cantautora, poeta y novelista, continúa una carrera definida, en un artículo de Le Figaro del 29 de septiembre como “60 años de vanguardia”.
Ese mismo mes, Vartan (15 de agosto de 1944) aumentó su capital de más de 2 500 conciertos con otro, triunfal, en el Olympia mítico. Y los dos años anteriores los pasó como actriz sobre un escenario parisino.
En cuanto a Birkin (14 de diciembre de 1946) tras vencer una leucemia y el duelo por la muerte en el 2013 de su hija Kate Barry, recorre Francia con un homenaje sinfónico al hombre –y letrista– de su vida, Serge Gainsbourg. El sábado cantó arropada por una sinfónica en la Opera de Montpellier. Si Fontaine es más de café concert, aunque totalice varios Olympia, Vartan y Birkin son símbolos del pop-rock francés a pesar, o a causa de, sus orígenes extranjeros, es decir, como los de buena parte de franceses.
Vartan llegó a París con 7 años, en 1952, de su Bulgaria natal. Adolescente, con voz y ritmo, estaba en el buen lugar en el buen momento para transformarse en icono del rock francés. Y, colmo de popularidad, se casó con el Presley de los franceses, el franco belga Johnny Hallyday. De sus 17 años de unión nació el hoy cantante David Hallyday.
La londinense Birkin fue la segunda hija del mayor David Birkin y de Judy Campbell, actriz y cantante. Con 17 años ya circulaba por el Swinging London. A los 19 se casó con John Barry, músico y célebre creador de la inconfundible música de los filmes de James Bond.
Fueron padres de Kate Barry en 1967, cuando Jane era ya estrella por su participación en un filme de culto, Blow Up, de Michelangelo Antonioni, con un desnudo suyo que provocó polémica en el Londres que debajo de la minifalda era muy conservador.
“Fue mi hermano Eddie quien me convenció de cantar”, recuerda Vartan. “En teatro, los nervios te carcomen antes del estreno. Pero nada comparable a lo que te atenaza cuando toca concierto. Aunque lleves como yo más de 2 500. En teatro eres el personaje, que puede ser interpretada por otras actrices. En cambio la que canta eres tu; nadie te puede reemplazar”.
Vartan tuvo doble relación estrecha: con su madre, a la que dedicó incluso un libro para contar la relación/fusión que mantuvieron, y con sus hijos, David y Darina Vartan Scotti, nacida de su segundo matrimonio con Toni Scotti, su marido desde 1984 y también su pro-
La que fue compañera y musa de Gainsbourg le homenajea acompañada por una orquesta sinfónica
ductor y desde el 2008 director de sus conciertos. En esta era del selfie en el que un bebé cumple el primer año con más fotos que las que coleccionaba un actor del siglo XX en una vida, Vartan protegió celosamente la infancia y adolescencia de sus dos hijos. De hecho, en agosto pasado, posó por primera vez, para Paris Match, con la ya veintañera “Darina, mi hija, mi amor”.
Birkin llegó a París ya madre de Kate. Y en 1971 nació Charlotte, de su tempestuosa relación con Gainsbourg. La pareja era célebre mundialmente desde 1969 cuando grabaron Je t’aime moi non plus, con los jadeos amorosos de Birkin.
Gainsbourg, especialista en provocaciones y en canciones a medida para las mujeres que contaron en su vida, como Brigitte Bardot, también fue un artista frustrado: dejó la pintura porque sus óleos no le parecían dignos de los maestros que había escogido y miraba la canción pop con cierto desdén, a pesar de haber sido un renovador.
Separada de Gainsbourg tras doce años de complicada convivencia, Birkin fue la compañera del director de cine Jacques Doillon con quien tuvo a la hoy actriz Lou Doillon, de 35 años. “Se inspiraba en la música clásica y por eso decidí rendirle este homenaje”, asegura Birkin, que grabó 21 de sus canciones, entre ellas las compuestas para Bardot o Isabelle Adjani, con la orquesta sinfónica que también la acompaña en su gira de conciertos.
En fin, este trío de infatigables puede ser un cuarteto si reaparece la octogenaria Anne Sylvestre (20 de junio de 1934), comparada con Brassens por la calidad de sus letras y todavía con espectáculo itinerante el año pasado. Ese aplaudido 60 años de chanson era, dijo, “un cumpleaños, no un adiós”. En lo personal, Sylvestre soportó el peso de un padre funcionario colaboracionista. Peor aún, hace dos años perdió a un nieto, músico, de 24 años, víctima de la matanza terrorista en la sala Bataclán.