Una máquina de puntos
El Barça llega impecable al tercer parón y con los márgenes de mejora identificados
Manteniendo la progresión de las 11 primeras jornadas el Barcelona concluiría la Liga con 107 puntos, un récord en las competiciones europeas. El equipo de Valverde iguala el mejor arranque del Barça, el de Tito Vilanova (2012-13), que acabó líder con 100 puntos –el máximo alcanzado en el torneo español– y el de Gerardo Martino (2013-14), que terminó atascándose en 87 puntos y perdiendo el título en el último partido a manos del Atlético. Es decir, el impecable prólogo de Valverde no garantiza nada, pero las cifras son fabulosas y las sensaciones, a pesar de los altibajos en el juego, no presagian accidentes. A partir de la seguridad defensiva (a estas alturas sólo el Atlético de la 1995-96 había recibido menos goles) el Barcelona ha solidificado el liderato a pesar de las adversas circunstancias ambientales y no deja entrever posibilidades de regresión, sino sólo de mejora.
Faltan 27 jornadas. Un mundo de sensaciones y variaciones en el guion. Pero sólo dos equipos dependen de sí mismos para alzarse con el trofeo. El líder y el sorprendente Valencia de Marcelino García Toral, que ha conseguido facturar tantos goles (30) como el Barça. El día 26, dentro de dos jornadas, medirán sus argumentos en Mestalla. Una ocasión perfecta para que el equipo de Valverde exponga el instinto de supervivencia que de momento ha apartado de la batalla a adversarios de la talla del Real y el Atlético de Madrid. Todavía imperfecto, el conjunto azulgrana pueda pasar del deleite de la primera parte contra el Sevilla al encefalograma plano del segundo acto cuando a Iniesta se le acabó la gasolina. Aunque el resultado siempre permanece a salvo. Economía de guerra. Instinto de conservación en un entorno tempestuoso, con partidos a puerta cerrada, hostilidades, protestas, lesiones o bajos estados de forma .... Ya llegarán tiempos mejores. La óptima situación clasificatoria permite planificar con desahogo mientras Valverde extrae el máximo rendimiento de la plantilla y de un banquillo, a pesar de todo, más fiable que el de la pasada temporada. Sorprendió el Txingurri alineando a Alcácer contra el Sevilla y fue él quien hizo el trabajo de Luis Suárez y solucionó el marcador.
El delantero uruguayo ha sido eximido de la convocatoria de su selección a causa de los problemas en la rodilla. Permanecerá en Barcelona descansando y reparándose, buscando la fracción de segundo y la dosis de confianza que en tantas ocasiones le están privando de una buena entrega, una anticipación, un remate limpio y preciso. La recuperación de Suárez para la causa es un claro factor de mejora para el equipo. Mientras tanto, toca resistir. Los técnicos trabajan por fases marcadas por las interrupciones en el campeonato causadas por el calendario de la FIFA. Estamos ante el tercer parón de la temporada y el equipo, y el barcelonismo en general, disponen de dos semanas para disfrutar de un nivel de vida que era inimaginable al comienzo del curso.
El objetivo del cuerpo técnico consiste en mantener los actuales procedimientos tácticos y de gestión de plantilla hasta el próximo parón para llegar a Navidades en una situación tanto o más confortable que la actual. Se trata de una fase de resistencia de seis partidos que contiene complicados desplazamientos a Mestalla y Villarreal y concluirá con el clásico del Bernabeu. Entonces se producirá un punto de inflexión en la planificación blaugrana. Reaparecerá Dembélé, el fichaje más caro de la historia del club, que se lesionó gravemente antes de poder demostrar su caché, y se producirán movimientos en la plantilla. Altas y bajas para compensar el conjunto e incrementar el nivel general con vistas a la fase decisiva. Existen varios posibles refuerzos en cartera, pero se extienden las dudas sobre las posibilidades de contratación de Philippe Coutinho. Mientras tanto, persistencia. El foco de atención de Valverde no está en el futbolista del Liverpool sino en las cuatro tarjetas amarillas que acumulan Piqué y Umtiti a dos jornadas del desplazamiento a València.