‘Crisis, what crisis?’
El exgobernador del Banco de España culpa al Gobierno
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España entre los años 2006 y 2012, evita en el Congreso hacer autocrítica de la crisis bancaria ocurrida en España durante su mandato, a la vez que aprovecha para echar balones fuera y responsabilizar al Gobierno y el Parlamento.
Miguel Ángel Fernández Ordoñez, gobernador del banco de España entre los años 2006 y 2012, evitó ayer hacer autocrítica de la crisis bancaria ocurrida en España durante su mandato y aprovechó su comparecencia en la comisión de investigación de la Crisis Financiera en el Congreso para echar balones fuera y apuntar a otras autoridades, como el Gobierno y el Parlamento.
Con varias metáforas explicó su labor durante la crisis: “El buque se hundía y tuvimos que fabricar barcos de salvamento”. O “cuando a una persona le da el infarto es cierto que hay que salvarlo, pero la situación viene de antes. Hay que analizar cómo comía, si fumaba...”. De esta forma, Fernández Ordoñez admitió que no detectó las dos crisis económicas, la crisis financiera internacional y la del euro. Por el contrario, si percibió que en España se estaba produciendo una burbuja en el sistema inmobiliario y por consiguiente en el crédito que concedían las entidades financieras.
En su opinión, “los bancos y cajas de ahorro fueron acumulando riesgos”. De hecho, afirmó, que la situación no está totalmente arreglada y “España tiene todavía un riesgo muy alto de seguir teniendo crisis bancarias”. Argumentó tal afirmación bajo la premisa de que el incremento de capital que se exige a los bancos es “mínimo”.
El exgobernador admitió que la supervisión microprudencial que hacía por entonces el supervisor español no era suficiente para detectar los agujeros que se fueron cuajando en el sector financiero. A su juicio, “hay que hacer supervisión macroprudencial”, como hacen ahora los organismos europeos, porque hay que detectar cuando “se gestan los problemas y no cuando se producen”.
El directivo explicó que antes de la crisis los accionistas de los bancos aportaban alrededor del 2% en forma de capital para financiar todos sus activos y utilizaban dinero de terceros (depósitos, bonos...) para financiarse. Por el contrario, ahora los accionistas de los bancos aportan el 5%, lo que supone mayor apalancamiento.
Criticó que muchos banqueros no conocen la ingente normativa regulatoria, pero comentó que sólo Basilea III y su reglamento complementario suman más de 10.000 páginas.
Para lanzar balones fuera de su gestión, resaltó, que la normativa no estaba adaptada a las exigencias de resolución. Y entonces, subrayó, tuvieron que inventarse figuras como las fusiones frías para unir cajas de ahorro de distintas regiones. Además, destacó que se dilató el trabajo de reestructuración de las entidades financieras porque había temor a que “se disparará el déficit público”.
Respecto a la salida a bolsa de Bankia quiso poner los puntos sobre las íes. Explicó que la labor del Banco de España no era autorizar la operación, sino oponerse en caso de que la entidad no hubiera captado los 3.000 millones. En este sentido, explicó que el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, habría demandado al Banco de España si no se hubiese autorizado el salto al parque de la entidad financiera. “Rato nos hubiera llevado a los tribunales”, declaró. En cualquier caso, clarificó, que “la salida a bolsa no aumentó el coste de la intervención”.
“Rato habría demandado al Banco de España si no autorizamos la salida a bolsa de Bankia”