El juez mantiene como investigados a los profesores de La Seu d’Urgell
En total se han presentado once denuncias por incitación al odio
El titular del juzgado número 1 de La Seu d’Urgell, Ignacio Risueño, mantiene la condición de investigados para los ocho profesores de tres centros educativos de esta localidad, acusados de un presunto delito de “incitación al odio” por el tratamiento dado en sus aulas al referéndum del 1-O.
Los profesores prestaron ayer declaración ante el magistrado asistidos por sus abogados y en presencia de un fiscal especializado en este tipo de delito. Los docentes negaron las acusaciones y contestaron todas las preguntas, y el juez les dejó marchar sin medidas cautelares. El juez ahora debe resolver si hay delito o archivar la al no haber apreciado ningún supuesto penal.
Los investigados son el director de la escuela Mossèn Albert Vives y concejal del PDECat, Isidor Alberich, y cuatro de sus profesoras, entre ellas las maestras de P4, la directora del colegio Pau Claris y una profesora, además de la directora de La Salle.
En concreto se enfrentan a once denuncias de familias, entre las cuales la de algún guardia civil destinado en La Seu d’Urgell. Las denuncias se presentaron, según el abogado de la directora de La Salle, Jaume Ribes, entre los días 2, 3 y 12 de octubre pasados.
La escuela Albert Vives se enfrenta a siete demandas, tres la Pau Claris y una de La Salle. Con todo, al menos una denuncia no se habría ratificado en el juzgado por parte de una familia.
Según las diligencias previas, uno de los alumnos habría sido objeto de “humillaciones, insultos e incluso agresiones” porque su madre es guardia civil, circunstancia conocida por profesores y alumnos. El juez se interesó sobre supuestos comentarios realizados por algunos docentes y preguntó si se realizaron determinadas actitudes “para incitar de manera directa a sus alumnos (de edades muy tempranas y en consecuencia moldeables), y así motivarles a hacer estos supuestos comentarios”. Los hechos contra el hijo de la guardia civil habrían tenido lugar el 3 de octubre, dos días después del referéndum.
El abogado Jaume Ribes también explicó que los maestros negaron que en una clase se hubiera dicho que “la policía es mala”. “Han explicado que nunca hicieron esa afirmación sino la contraria, la policía es buena y te ayudará si, por ejemplo, te pierdes, ellos vendrán a buscarte”, manifestó. Según el abogado, los profesores respondieron probablemente al comentario de algún alumno sobre lo visto en televisión, “pero con ánimo de minimizarlo”. Ribes insistió en que “no puede haber un debate en serio sobre política en un aula de niños de 4 años”. El director de Ensenyament en Lleida, Miquel A. Cullerés, actuó como portavoz de todos ellos. Cullerés expresó la solidaridad de la comunidad educativa catalana.
Las escuelas niegan que se debatiera en la clase sobre lo ocurrido el 1-O durante las votaciones