Un aumento de 250 euros al mes
La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) lamenta que en estos cuatro meses de huelga –una movilización pocas veces vista en la Administración, reconocen estos funcionarios– la repetida falta de respuesta, tanto desde la DGT como desde el Gobierno, para desbloquear el conflicto. Asextra sostiene que una de sus principales reivindicaciones (un aumento de 250 euros al mes) es una reclamación que el Gobierno se comprometió a atender ya en el 2015. Una exigencia que el mismo director de la DGT, Gregorio Serrano, ha considerado legítima y de factible aplicación. De hecho el Gobierno, sostienen los empresarios de las autoescuelas, está ahora perdiendo más dinero en lo que deja de ingresar por tasas de exámenes suspendidos que el que tendría que destinar para acallar las quejas de los examinadores. “Otro compromiso no cumplido del acuerdo del 2015 y que afecta al protocolo de calidad se refiere –recoge una nota de prensa de Asextra– bajar a 12 pruebas las que debe realizar un examinador en una jornada de trabajo. El Gobierno sostiene que antes de fijar esa cifra de trabajo hay que esperar a que se incorporen nuevos examinadores. Asextra entiende que esa no es una solución viable, pues muchos examinadores se están jubilando o cambiando su trabajo por otros destinos, dentro de la DGT, más cómodos. Los examinadores recalcan que limitar el número de pruebas a doce por jornada “no significa hacer menos horario, al contrario, se trata de dedicar a cada aspirante el tiempo adecuado para valorar sus aptitudes y progreso en su aprendizaje y sobre todo, cumplir con el protocolo de calidad que manda en toda Europa”.