La Fabra i Coats ofrece una radiografía del arte catalán a través de 30 creadores
El ICUB anuncia concurso para dirigir el nuevo Centro de Arte Contemporáneo
El Centre d’Art Contemporani de Barcelona Fabra i Coats ha destinado las tres plantas de su edificio a una exposición que pretende mostrar los proyectos y obras más significativos producidos en los últimos años en Catalunya. Materia Prima (abierta hasta el 1 de abril) reúne a 30 artistas visuales de “media trayectoria”, es decir que han superado una fase emergente pero no han alcanzado una consagración internacional.
Se trata de un encargo del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) con voluntad de prospección del actual ecosistema artístico local. Y los miembros del equipo curatorial, David Armengol, David G. Torres y Martí Peran, han seleccionado a los artistas no por un criterio generacional, ni temático, ni tan siquiera en base a un argumento de tesis, sino con la intención de ofrecer una radiografía del panorama artístico. El resultado, pese a las posibles ausencias y al carácter desigual de algunas producciones, es una declaración de intenciones sobre la necesidad de dotar de contenido y consolidar este Centro de Arte Contemporáneo, situado en el barrio de Sant Andreu. Oscar Abril, director de Innovación, Conocimientos y Artes Visuales del ICUB, aprovechó la presentación de la muestra para explicar que antes de fin de año se darán a conocer las bases del concurso para la dirección del Centro, con la intención de nombrar nuevo responsable a principios del 2018 para que pudiera dirigir ya la temporada 2018-19. Este Centro, que Oscar Abril definió en plural como de las Artes Contemporáneas, por la confluencia de medios y disciplinas, debería ofrecer una perspectiva integral de exhibición, producción, investigación y mediación, muy centrado en estos artistas “a medio camino”. Un proyecto destinar a ocupar también el vació que deja la sorprendente decisión de la Generalitat de destinar el Arts Santa Mònica a Centro de Arquitectura y complementario de la Capella, en el Raval, enfocada hacia las prácticas emergentes. Preguntado en la rueda de prensa sobre el posible efecto que pudiera tener una ruptura del pacto de gobierno municipal, Oscar Abril recordó que existe una hoja de ruta sólida, surgida de procesos de participación con el sector, aunque no descartó que “las circunstancias lo puedan retrasar”.
Según David Armengol, uno de los comisarios, se han escogido obras recientes y definitorias de los 30 artistas seleccionados: Antoni Hervàs, Antonio Ortega, Avelino Sala, Dani Montlleó, Daniela Ortiz, David Bestué, Domènec, Enric Farrés Duran, Erick Beltrán, Ester Partegàs, Jaume Pitarch, Javier Peñafiel, Joan Morey, Joana Cera, Jordi Mitjà, Lúa Coderch, Luis Guerra, Luis Bisbe, Luz Broto, Martí Anson, Mireia Sallarès, Núria Güell, Oriol Vilanova, Patricia Dauder, Pere Llobera, Rafel G. Bianchi, Regina Giménez, Tere Recarens, Xavier Arenós y Yamandú Canosa. Lo primero que destaca es la variedad de recursos y medios, desde los más clásicos, como puede ser un poema de Luz Broto, hasta los más insólitos, como el hinchable de Lúa Coderch, que emula un muro de Mies van der Rohe, o las propuestas a partir de conjuntos de postales de Oriol Vilanova y Martí Anson. Y los más insólitos como Enric Farrés que propone un recorrido invisible para el visitante, sólo comprensible para perros capaces de captar olores. Alguno tan contradictorio como el que mezcla la orina de perro pastor alemán en celo con el Channel n.º 5. Lastima, como señaló el propio artista, que en la exposición solo se permite el acceso de los perros de asistencia para ciegos y los perros de seguridad.
Entre las obras que más llaman la atención están la videoinstalación Il linguaggio del corpo, de Joan Morey; el conjunto de piezas de Jordi Mitjà que bajo el título de Magma realizó para el centro Bòlit, de Girona; las piezas de barro de Patricia Dauder que enterró bajo tierra; los 64 collages entorno a la arquitectura de Regina Giménez; el proyecto sobre el amor y Serbia que desarrolla Mireia Sallarès... La propia diversidad de patrones y de lecturas tiene el valor simbólico de representar la riqueza del ecosistema artístico catalán pese a la precariedad de recursos y las dificultades para expresarse con las que chocan.
Los comisarios David Armengol, Martí Peran y David G. Torres han escogido las obras por su valor representativo