La camiseta maldita
La Federación admite presiones y cancela la presentación de la elástica ‘republicana’
La polémica sobre la nueva camiseta de la selección española enturbió el primer día de concentración y el primer entrenamiento de la roja en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. La Federación se ve de nuevo atropellada por un lío extradeportivo: si en septiembre y octubre fue el caso Piqué, quien ayer se libró de la silbada del público, ahora le toca el turno a la camiseta republicana. En medio de un chaparrón de críticas, con las redes sociales encendidas y con las votaciones de los aficionados en las webs demostrando que el nuevo diseño no gustaba a casi nadie, la Federación optó a media tarde por suspender la presentación de la nueva camiseta que iba a tener lugar a las 13 h de la mañana de hoy en Las Rozas.
Fuentes federativas explicaron que el evento de la presentación ha sido cambiado por la publicación en la página web oficial de fotos de los jugadores con la nueva elástica, que estrenarán en el entrenamiento matinal. España juega dos amistosos: el sábado en Málaga ante Costa Rica y el martes en San Petersburgo frente a Rusia.
Sin embargo, el tema y la polémica están lejos de terminar. Todo este nuevo lío le pilló al presidente de la Federación, Juan Luis Larrea, en San Sebastián, en su domicilio habitual. Larrea volvió ayer a Madrid y explicó “haber recibido presiones desde muy alto para cambiar la camiseta”. Se refería a la llamada del presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Ramón Lete, alarmado por lo que estaba leyendo. Una hora después de la llamada, la Federación envió la camiseta polémica al despacho del secretario de Estado de Deportes para que éste comprobara en persona que las bandas verticales eran azules y no moradas.
A media mañana de ayer Juan Luis Larrea seguía teniendo dudas sobre si mantener la camiseta o no: “Al Gobierno no le hace gracia ni el lío ni la camiseta. Igual seguimos usando el modelo antiguo hasta que pase la tormenta. La camiseta parece inamovible, pero ya veremos”, declaró en varios medios.
A última hora de la tarde la camiseta y Adidas parecían haber ganado la batalla. La prenda, que ha sido fabricada en Portugal y Vietnam, se comercializa desde hoy en miles de puntos de venta al precio de 130 euros. Al fabricante no le hacía ni pizca de gracia tener que retirar un producto con una vida de dos años. Además, Adidas tiene argumentos de peso para mantenerla. Le paga 25 millones de euros anuales a la Federación en su calidad de sponsor técnico, patrocinio que mantiene desde hace más de treinta años.
Pasadas la ocho de la tarde Adidas y la Federación publicaban un comunicado conjunto para defenderse de tener intenciones políticas ocultas: “Adidas y la RFEF quieren aclarar que el lanzamiento de la camiseta que la selección lucirá en el Mundial de Rusia 2018 está fuera de cualquier connotación política. La marca de las tres bandas trata de ofrecer diseños novedosos con las mejores tecnologías del mercado, sin olvidar sus colecciones más icónicas, como es el caso de esta nueva camiseta, que rinde homenaje a una de sus elásticas más famosas, utilizada en la Copa del Mundo de Estados Unidos en el año 1994, o por ejemplo la de la actual campeona del mundo que reinterpreta la icónica camiseta de 1990 dónde los alemanes ganaron el Mundial”. Entre los apoyos recibidos por la nueva elástica destacó el de Pablo Iglesias, líder de Podemos, a través de un tuit: “Hacía tiempo que la selección española no vestía una camiseta tan bonita. Tod@s con la roja”.
EL COMUNICADO DE ADIDAS “El diseño de la camiseta está fuera de toda connotación política”, asegura el fabricante