Colau carga contra el Govern cesado y el PSC
Domènech asume el liderazgo electoral de los comunes
La alcaldesa de Barcelona y alma mater del partido Catalunya en Comú, Ada Colau, demostró ayer que a diferencia de lo que pasó hace dos años en las elecciones del 27-S, cuando mantuvo las distancias con la candidatura de Catalunya Sí que es Pot encabezada por Lluís Rabell, en esta contienda se implicará a fondo. Su partido será el eje de la candidatura que formarán con Podem, modulando el discurso y la estrategia a su antojo, y el candidato, Xavier Domènech, que cambiará las Cortes por el Parlament, forma parte de su círculo de confianza.
En su intervención en la asamblea que ratificó la lista electoral, Colau mostró también cuál será la línea argumental de su campaña: críticas al independentismo, al PSC y al Gobierno central para abanderar una suerte de tercera vía frente a la “política de bloques”, que les permita escapar de lectura binaria del 21-D y, así, sumar votos desde espacios transversales. Una manera de darle la vuelta a unos sondeos, hoy por hoy, poco esperanzadores para sus intereses.
Colau tomó la palabra a pocas horas de participar en Barcelona en la multitudinaria marcha en apoyo a los exconsellers y, aún así, se mostró especialmente crítica con Carles Puigdemont y su antiguo Ejecutivo –que si hacemos caso a una reciente votación del Ayuntamiento sigue considerando el “gobierno legítimo” de Catalunya–, a los que acusó de haber engañado a los catalanes con “promesas falsas” y la idea de que, después del 1-O y la declaración unilateral en el Parlament, Catalunya se convertiría en una república independiente.
“Queremos que los presos salgan, pero también que un gobierno de irresponsables que han llevado al país al desastre den la cara y lo reconozcan sus errores”, fue una de las intervenciones de Colau más criticadas poco después en las redes sociales por sectores independentistas.
Ese enfático “den la cara”, explicó la alcaldesa de Barcelona, es urgente y necesario porque “Catalunya no podrá ser digna hasta que escuchemos la autocrítica del Govern elegido en las urnas, que ha engañado a la población, ha tensado a la sociedad y ha generado un grave perjuicio económico”.
Aquí terminó la ración de críticas al independentismo institucional para, acto seguido, pasar cuentas con el PSC, que en un intento por ensanchar su apoyo electoral ha trufado la lista electoral con representantes de Units per Avançar –herederos simbólicos de Unió Democrática–, pero también con referentes de la izquierda, como por ejemplo el ex fiscal anticorrupción y exeurodiputado de Podemos Carlos Jiménez Villarejo.
“No quiero imaginar en lo que deben de pensar hoy Maragall y antiguos socialistas de lo que está haciendo el PSC aliándose con un partido de derechas que va contra los derechos de la comunidad LGTBI”, dijo Colau. “¿Adónde has ido a parar, PSC? ¿Quo vadis, PSC?”, se preguntó Domènech, que como candidato fue el más votado en Catalunya en las dos últimas elecciones generales.
Para Domènech, el 21-D habrá “tres papeletas”: la del PP, PSC y Ciudadanos, –la de la “represión del 155”–, y la de “aquellos que nos han llevado a ningún sitio” con la declaración de independencia y, en tercer lugar, la del “desbloqueo, cambio y soluciones”, en alusión a los comunes. Precisamente Colau y su correligionarios decidirán en breve si rompen su pacto de gobierno con elPSC en Barcelona.
“El Govern ha engañado a la población y ha tensado la sociedad”, lamenta la alcaldesa