Sánchez insta a que el 21-D determine el fin del ‘procés’
El PSOE anima a Iceta a cambiar el rumbo de Catalunya
Apenas un año después de que el comité federal socialista forzara la dimisión a empujones de Pedro Sánchez, el renacido líder del PSOE volvió a presidir ayer una reunión de este órgano en un clima radicalmente opuesto, sin apenas voces discordantes. “Nuestro partido se siente más fuerte y más unido”, se felicitó Sánchez. Previamente, en una también primera cita de esta nueva etapa del consejo de política federal, la posición del líder del PSOE logró alinear a todos los presidentes autonómicos y líderes territoriales socialistas detrás suyo y del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ante el difícil y complejo reto de Catalunya.
El gran objetivo, según les transmitió a todos, es que las elecciones catalanas puedan poner fin al proceso independentista. “Hagamos que el próximo 21 de diciembre el procés sea ya un mal recuerdo, y abramos un nuevo tiempo de concordia y de convivencia entre catalanes”, animó Sánchez en el comité federal celebrado en Alcalá de Henares.
El líder del PSOE desplegó ya los mensajes que utilizará en la campaña electoral catalana, en la que se volverá a implicar de la mano de Iceta. Sánchez, así, marcó distancias y resaltó sus discrepancias con Mariano Rajoy tras haberle respaldado en la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya porque, según justificó, Carles Puigdemont no dejó otra alternativa. “Los socialistas nunca quisimos ni la declaración unilateral de independencia ni la aplicación del artículo 155. Nunca. Pero una vez impuesta esa DUI, no cabía otra respuesta que la aplicación del 155”, explicó. Dicho lo cual, cargó las tintas contra el presidente del Gobierno y su “desidia”: “¡Queremos una España radicalmente opuesta a la del PP!”, clamó. “¿Qué herencia va a dejar Rajoy a los catalanes?”, se preguntó. Y aseguró que Rajoy sólo dejará, en Catalunya y en España, un “legado de cenizas”.
A Puigdemont también le criticó pretender protagonizar ahora un “falso exilio”, al “deambular por Bruselas”, y presentarse como “víctima” tras haber “dividido, separado y fragmentado a la sociedad catalana”. “Lo único que han conseguido los independentistas es desconectar, pero de
El líder socialista, de nuevo en campaña, se desmarca de Rajoy y le critica que dejará “un legado de cenizas”
la realidad”, zanjó. Sánchez dirigió sus dardos, igualmente, contra el líder de Podemos, Pablo Iglesias, sus confluencias en Catalunya, y Ada Colau, aunque sin citarles. “¿Qué izquierda es esa que justifica que haya presos políticos en otros países y se lleva las manos a la cabeza de que en España haya políticos presos por saltarse la ley?”, reprochó. “¡Triste izquierda la que acompaña en este viaje al secesionismo de las élites frente a la solidaridad de los pueblos!”, lamentó.
Así que, entre el “España nos roba” y el “A por ellos” de los dos bloques enfrentados, Sánchez apostó por su propuesta de reforma de la Constitución –volvió a omitir su apuesta por la plurinacionalidad del Estado, pero hizo hincapié en la “solidaridad interterritorial”–, y por el “sentido común” en Catalunya, que aseguró que encarnan Iceta y el PSC.
Dirigentes del PSOE admiten en todo caso que el día después de las elecciones catalanas “será muy complicado”. Y cruzan los dedos, confiando en la mayor participación que aseguran que deparará la movilización del votante no independentista y que la jornada electoral sea un día laborable, lo que podría dar como resultado un “acuerdo transversal” en el que Iceta podría desempeñar un papel determinante.