Fuera de juego
Un reportaje es un artículo periodístico que aborda un hecho informativo de una manera más próxima a un relato que lo que sería una noticia estricta. Seguramente podríamos definirlo diciendo que se trata de una información contada como una historia. Y, de hecho, su estructura narrativa le concede en no pocas ocasiones un interés superior al que pueda otorgarle la estricta actualidad.
El corresponsal de La Vanguardia en Londres, Rafael Ramos, publica cada semana en la sección de Deportes un reportaje de autor en el que, bajo el epígrafe Fútbol sin fronteras, relata historias de este deporte, del que bien puede decirse que hace girar el mundo como si el propio planeta fuera un balón.
En la entrega del pasado martes, Ramos recordaba los terribles sucesos ocurridos en 1973 en Chile cuando el general Pinochet llevó a cabo un sangriento golpe de Estado contra el Gobierno de Salvador Allende. Con el titular “Los fantasmas también tiran penaltis”, el texto narraba el papel que el militar golpista le dio al fútbol para lograr una cierta apariencia de normalidad mientras el régimen dictatorial asesinaba a miles de personas.
Después de detallar las circunstancias del partido entre Chile y la Unión Soviética que se tenía que haber jugado en el Estadio Nacional de Santiago, convertido en un centro de detención y torturas, el último párrafo del reportaje decía así: “Selección de políticos catalanes presos, exiliados o con orden de detención (1-5-5): Puigdemont; Turull, Junqueras, Forn, Bassa, Ponsatí; Romeva, Rull, Puig, Sánchez y Cuixart. Suplentes: Comín, Borràs, Mundó y Serret. Árbitro: José Manuel Maza (España)”.
Ese mismo día, el lector Víctor González nos envió una carta, con fotografías adjuntas de la página publicada, para advertirnos de la posibilidad de que se hubiera producido “un sabotaje”: “¿Están seguros de que ese último párrafo forma parte del artículo de Rafael Ramos?”, planteaba.
Le trasladé la pregunta a Rafael Ramos, quien me confirmó que “el texto no fue alterado por nadie. La falta de censura y la pluralidad de opiniones es una de las grandes cualidades de La Vanguardia. Fútbol sin fronteras es una sección muy libre, unos artículos-columna que van con mi foto, mezcla de reportaje, interpretación, análisis, diversos temas… Es normal que a unos lectores les gusten y a otros no. Sobre el último he recibido varios mensajes de gente a la que le ha agradado. Supongo que la división de opiniones responde en parte al clima de tensión y a la brecha que se ha abierto en nuestra sociedad”.
“Hice una laboriosa investigación sobre el contexto de aquellos dos partidos entre Chile y la Unión Soviética –añade– y creo que todo lo que digo en el texto es correcto a nivel factual. También la lista de políticos catalanes detenidos, exiliados o con una orden de detención. A efectos de estructura narrativa, comencé el artículo con la alineación de Chile contra la URSS, y lo acabo con otra alineación, metafórica o alegórica si se quiere. Fue una libertad estilística que cada uno puede interpretar como quiera. En ningún momento comparo las atrocidades del régimen de Pinochet con las cosas que están ocurriendo ahora en España, por graves que sean. Quien lo vea así se equivoca”.
El desconcierto del lector es comprensible. El Defensor hubiera querido que Rafael Ramos nos explicara más en detalle el sentido de ese párrafo inconexo que también ha causado asombro entre profesionales a los que he consultado. A falta de ello, prefiero interpretar con humor que el corresponsal ha querido abrir una vía de investigación periodística hacia lo que podríamos denominar académicamente como el reportaje críptico. Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector (defensor@lavanguardia.es) o llamar al 93-481-22-10
Un reportaje sobre el fútbol en Chile tras el golpe de Estado de Pinochet incluye un párrafo que lleva a un lector a preguntarnos si hemos sufrido un sabotaje