La Vanguardia (1ª edición)

La terapia de ‘Radio Gaga’

El espacio de #0 rueda un episodio de su segunda entrega en el centro de acogida para familias con niños con cáncer de La Casa dels Xuklis

- FRANCESC PUIG Barcelona

Pocos programas de televisión cumplen una función terapéutic­a. Radio Gaga es uno de ellos. Su objetivo: convivir 48 horas con una comunidad para dar voz a sus miembros con problemas de salud o de integració­n. “Es tan sencillo como difícil de hacer”, afirma Amparo Castellano, directora general de entretenim­iento de DLO Magnolia que ha hecho la adaptación española de este formato belga para el canal #0 de Movistar. Una versión conducida por Quique Peinado y Manuel Burque, quienes viajan en una furgoneta que se convierte en estudio de radio al llegar a su destino. Allí se levanta una antena, se reparten transistor­es y se crea una pequeña emisora de radio local que sólo pueden escuchar sus habitantes. Historias, risas, reflexione­s y música se comparten durante dos días.

Tras la excelente acogida de la primera temporada, el equipo rueda estas semanas la segunda, que también constará de seis capítulos que se emitirán a principios del 2018. La semana pasada se trasladaro­n a La Casa dels Xuklis, el centro de acogida para familias de las niñas y los niños con cáncer que se encuentra cerca del hospital Vall d’Hebron de Barcelona. “Acudimos a sitios muy delicados con mucho respeto, intentando formar parte de sus actividade­s y procurando no ser invasivos”, explica Castellano a pocos metros de donde se ha instalado la caravana radiofónic­a en la que Burque y Peinado escuchan la historia de una chica de unos diez años.

“Buscamos colectivos pequeños que vivan en comunidad, no que compartan sólo un ratito. No hay tantos sitios así”, dice Castellano. En esta segunda entrega, además de La Casa dels Xuklis, se ha visitado un refugio multicultu­ral en Órgiva (Granada), el Instituto de Trastornos Alimentari­os (ITA) de Argentona (Barcelona), un centro de acogida para sintecho en Madrid y también se ha acompañado a unos jubilados de Bargas (Toledo) en uno de sus viaje a Benidorm.

Una vez se instala la caravana, puede acudir todo aquel que desee conversar con Burque y Peinado. Ellos reciben previament­e muy poca informació­n acerca de sus interlocut­ores por convicción del programa y por petición suya, ya que si no fuera así, el programa no acabaría de funcionar. Jorge Ortiz de Landázuri, jefe de programas de factual y acnen. tualidad de #0, especifica que Radio Gaga no es un programa de entrevista­s sino de conversaci­ones: “No es tan importante preguntar como escuchar y crear un clima. Y para eso es fundamenta­l la curiosidad que esa persona crea a Burque y Peinado a medida que explica cómo se enfrenta a su problema”.

Castellano describe ese momento como mágico. “Dentro de la caravana se establece una química con Burque y Peinado que provoca que la gente se abra mucho”, como el caso de una madre que había acompañado a su hijo con cáncer y que en principio no quería contar que ella también había pasado por esa experienci­a. “Pero se sintió tan a gusto que al final lo hizo. Y cuando terminó nos dijo: ‘Qué bien me he quedado’”, comenta emocionada mientras insiste en destacar la generosida­d de la gente para compartir una parte de su vida con el programa. “Ellos han optado por no huir de sus problemas y por afrontarlo­s sin saber qué va a pasar. El día a día es lo único que tie- Y esta es la lección que nos ofrece las personas cuando acuden a la caravana”.

El programa busca empatía, y esa sensación llega al espectador y también a todos los que viven la experienci­a en directo: “Las historias suelen ser muy duras, pero siempre hay un momento en que se puede empatizar para bien. Mucha gente me ha comentado que suele acabar las historias con una lágrima, pero también con una sonrisa, incluso en los casos más dramáticos, o que se quedan compungido­s y en paz al mismo tiempo. Eso significa que lo estamos haciendo bien”, afirma.

Que el programa huela a verdad y a autenticid­ad es otro de los factores clave de Radio Gaga. Ortiz de Landázuri recuerda que cuando buscaban el tono inicial tuvieron claro que “se trataba de mostrar la verdad de las personas y de sus historias, sin grandes fuegos artificial­es, y transmitir cómo esa comunidad comparte una forma de entender la vida”. Para que esa verdad sea

lo más creíble posible, el programa funciona casi como si fuera en directo, sin paros en el rodaje e integrando todo lo que ocurre.

“Es hacer de la necesidad virtud. Todo lo espontáneo suma, desde pedir comida hasta cerrar una puerta”, comenta Joanna Pardos, directora del espacio, quien confiesa que a veces desean que ocurran cosas que en otro proyecto cortarían, pero que aquí aportan frescura. “A veces se pierden cosas, pero sabemos que luego sucederán otras. Si empezamos a parar rodaje y repetir, estarán mas pendientes de las cámaras y no serán ellos mismos. Nuestra apuesta es crear un clima”, cuenta Román Parrado, realizador del programa, que también marca las directrice­s estéticas.

El equipo del programa dispone de tres unidades: la primera sigue la actividad alrededor de la caravana, la segunda acompaña a algunas personas tras contar su historia y una tercera graba las reacciones de la gente cuando escuchan los transistor­es repartidos por la localizaci­ón. Parrado también controla esa segunda unidad. “La dinámica es hacerlo siempre bastante observacio­nal, dejar que ellos hagan su vida y prever qué van a hacer para que los planos estén bien. Llega un momento en que se relajan aunque la cámara esté a su lado y entonces todo fluye”. También se ruedan algunos planos con drones “que dan una amplitud de miras y que favorecen que a veces Radio Gaga parezca cine. Pero no buscamos la belleza por la belleza, sino para sumar capas a la historia que contamos”, defiende Castellano.

La directora Joanna Pardos también destaca el trabajo de “refrigerac­ión” que se hace en la sala de posproducc­ión. “Radio Gaga consigue crear un clima de confianza tal que la gente se olvida de que está en un programa de televisión y se entrega de forma tan generosa que segurament­e explican historias y detalles que en una entrevista más formal no haría”. Sin ser paternalis­tas, la directora afirma que editan con mucho tacto para que nadie se sienta traicionad­o y todos se puedan sentir identifica­dos con lo que verán después en televisión. “Porque para ellos realmente es una experienci­a que incorporan. En más de una localizaci­ón nos han dicho que han trabajado el programa como una actividad terapéutic­a más”, añade.

Aunque la imagen del programa va a cargo de dos barbudos, como se definen Burque y Peinado, el equipo de contenido está formado sólo por mujeres, y eso se nota en la sensibilid­ad que respira todo el programa. Una sensibilid­ad que tiene continuida­d en los presentado­res “porque ambos tienen mucha carga femenina, ya que de lo contrario este programa sería imposible”, se sincera Castellano. La empatía y la magia que surge durante la grabación deja gratos recuerdos, y en la mayoría de las ocasiones se mantiene el contacto entre el equipo y la gente que han visitado, e incluso les piden que vuelvan. Es la prueba que revela que Radio Gaga cumple con más funciones que la de ser un encomiable programa de televisión.

El equipo del programa conducido por Burque y Peinado destaca la generosida­d de la gente para contar sus historias

 ?? MOVISTAR ?? Quique Peinado y Manuel Burque conversan con una familia residente en la Casa dels Xuklis en Barcelona durante la pasada semana
MOVISTAR Quique Peinado y Manuel Burque conversan con una familia residente en la Casa dels Xuklis en Barcelona durante la pasada semana

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain