La biosfera, en peligro
“Debemos reconocer que el planeta es nuestro único hogar”, advierten
Más de 15.000 científicos alertan del grave deterioro de la biosfera terrestre.
Las emisiones de CO2 vuelven a crecer tras tres años bajo control por la contaminación de China
Más de quince mil científicos de 184 países han firmado un documento en el que avisan de que la humanidad está deteriorando la biosfera hasta el punto de poner en peligro su propio bienestar.
La publicación del documento coincidió ayer con la noticia de que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) volverán a aumentar en el 2017 después de tres años de descensos. Este nuevo aumento, propiciado sobre todo por el aumento de emisiones de China, revela que las medidas para atajar el cambio climático son insuficientes.
El manifiesto de los 15.000 científicos, publicado ayer en la web de la revista BioScience, llega cuando se cumplen 25 años de la Advertencia de los Científicos del Mundo a la Humanidad. Aquel documento, publicado en 1992 con 1.700 firmantes alertaba que el deterioro de la biosfera sería “una gran causa de desgracia humana”. El nuevo documento, titulado
Segundo aviso, evalúa cómo ha respondido la humanidad a las amenazas identificadas hace 25 años. Con la única excepción de las medidas para regenerar el agujero de ozono, muchas de las amenazas se mantienen y “la mayoría están empeorando de manera alarmante”. Los ejemplos más graves incluyen las extinciones masivas de especies y un cambio climático que, a día de hoy, no se ha conseguido frenar.
“La humanidad no está tomando las medidas urgentes que son necesarias para preservar nuestra biosfera amenazada”, señalan los 15.000 científicos. “Pronto será demasiado tarde para cambiar nuestra trayectoria, el tiempo se está agotando. Debemos reconocer, en nuestra vida diaria y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar”.
Pero el acuerdo obtenido para regenerar el agujero de ozono “demuestra que podemos conseguir cambios positivos cuando actuamos con decisión”.
En el caso del cambio climático, ayer se puso de manifiesto que estos cambios positivos aún no han llegado. Según el estudio Carbon
Budget Project, elaborado por 80 científicos de 15 países, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, generadas por la quema de combustibles fósiles volverán a aumentar en el 2017.
El año se cerrará con 37.000 millones de toneladas de CO2 más en la atmósfera, lo que supone un aumento del 2%. Con este dato, se ha desvanecido la esperanza de que las emisiones de gases pudieran llegar pronto a su pico máximo –una esperanza que se basaba en los tres últimos años de crecimiento mínimo o nulo–.
El repunte de emisiones del 2017 se debe principalmente a su aumento en China, donde subirán un 3,5% tras dos años estabilizadas. Los científicos lo atribuyen a un mayor uso del carbón (un 3% más que en el 2016), que sigue siendo la principal fuente de energía en China, así como a la menor producción hidroeléctrica, como factores principales. El gigante asiático arroja a la atmósfera el 28% de los gases del planeta.
En cambio, se espera que las emisiones de CO2 disminuyan en un 0,4% en EE. UU. y un 0,2% en la Unión Europea.