Un millar de empresas se llevan también la sede fiscal
La mitad de las que dejan Catalunya declararán fuera los impuestos En estos casos, la ley obliga a desplazar la administración y la dirección
Una de cada dos empresas que decidió trasladar su domicilio social fuera de Catalunya en octubre también optó por llevarse la sede fiscal. Son en total casi un millar de empresas las que han rellenado un formulario de la Agencia Tributaria y han deslocalizado su sede fiscal. Cuando sólo se traslada la sede social apenas tiene efectos en la compañía, pero todo cambia si se modifica también el domicilio fiscal, ya que en ese caso la ley obliga a trasladar también la “gestión administrativa y la dirección de sus negocios”.
En la práctica, esa obligación legal implicará que el millar de empresas que ya han deslocalizado su sede fiscal celebren en la nueva ciudad donde se han ubicado los consejos de administración y sus juntas de accionistas. La medida tendrá, por lo tanto, efectos directos sobre empresas de servicios industriales que trabajaban en la organización de la junta o que dan servicios profesionales al consejo.
Llevarse la sede social y fiscal es abrir la puerta a que en un futuro esas empresas opten por trasladar más actividad a la nueva sede. Además esas empresas declararán sus impuestos desde otra comunidad aunque a priori no tendrá efectos en el computo del PIB o de la financiación autonómica. El cambio de domicilio fiscal tiene también otras implicaciones de carácter burocrático pues obliga a las empresas a que contacten con todos sus proveedores y clientes y modifiquen las facturas con la nueva dirección.
Ayer la Agencia Tributaria también ofreció datos extraídos del nuevo sistema de información fiscal de IVA al instante (denominado Suministro Inmediato de Información) para mostrar la magnitud del proceso.
A través de este sistema, en el que participan unas 50.000 empresas, se comprueba que en la primera quincena del mes de octubre, las compañías con domicilio fiscal en Catalunya tenían una ventas agregadas equivalentes al 22,4% de todas las de España. En cambio, en la segunda quincena las ventas de las empresas domiciliadas en Catalunya cayó hasta el 19,6%. El descenso se debió fundamentalmente al proceso de traslado de sedes fiscales fuera de la comunidad, pero no se descarta que una parte venga motivada también por un descenso de ventas derivado de la situación de incertidumbre o de un posible boicot a los productos catalanes, según fuentes consultadas.
Desde la Agencia Tributaria se asegura que el descenso en el peso de la facturación fue especialmente intenso en los sectores de energía, agua y contrucción, donde la caída fue de 20 puntos. En el financiero y de seguros fue de 4 puntos.
Gracias a un decreto ley que aprobó el Consejo de Ministros para cambiar la sede social de una empresa basta sólo con que lo apruebe el consejo de administración sin pasar por la junta de accionistas. En el caso de las empresas cotizadas esa modificación de domicilio es necesario comunicarla a través de un hecho relevante. En cambio,
Hasta el lunes pasado, el total de empresas que han decidido cambiar su sede social se eleva a 2.471
en el caso del cambio domicilio fiscal el trámite es mucho más sencillo y sólo es necesario que las empresas rellenen un formulario de la Agencia Tributaria: el número 036 o 037 dependiendo de los casos.
Sólo en el mes de octubre unas 2.000 empresas se llevaron la sede social fuera de la comunidad. En las últimas semanas el éxodo ha rebajado su intensidad ya que el lunes sólo se registraron 30 traslados de domicilios sociales. Desde el referéndum del pasado 1-O se han contabilizado 2.471 traslados. Mayoritariamente, las compañías tomaron esta decisión ante la incertidumbre que abría una declaración unilateral de independencia. Las primeras en hacerlo fueron los grandes bancos catalanes (CaixaBank y Sabadell) y todas las firmas del Ibex salvo Grifols.