China insta a EE.UU. y sus aliados a no politizar la cooperación regional
Estados Unidos, Japón, India y Australia discuten sobre seguridad en Manila
El paso por Asia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha sido inocuo. Ha concentrado sus esfuerzos en tejer alianzas contra Corea del Norte y en reducir su déficit comercial con la región, pero sus constantes alusiones a la región Indo-Pacífico en sus discursos no han pasado desapercibidas entre los líderes de los países del sudeste de Asia y en especial en China. Se trata de la nueva estrategia de Washington hacia esta parte del planeta, una iniciativa que inquieta a Pekín.
El portavoz de Exteriores de China, Geng Shung, dijo ayer que la cooperación regional no debe ser politizada ni excluyente. Su declaración pretendía ser una advertencia a EE.UU., India, Japón y Australia, cuyos representantes se reunieron el domingo en Manila para hablar de temas de seguridad. Un encuentro que provocó las suspicacias de Pekín, que sospecha que detrás de esta iniciativa existe la idea de crear un bloque para contrarrestar la expansión china en la región.
Elementos para alentar estas sospechas no faltan. La víspera de la cumbre de estados del sudeste asiático (Asean), los cuatro países aliados acordaron cooperar hacia una “región del Pacífico libre, abierta, próspera e inclusiva”.
Una declaración de principios generada por la inquietud que suscitan en EE.UU. y sus aliados asiáticos las ambiciones del presidente chino, Xi Jinping, de ejercer un dominio regional. Una preocupación que Pekín alienta con el contencioso territorial que mantiene con Japón por las islas Senkaku, que llaman Diaoyu, así como por el choque fronterizo que hubo hace unos meses entre tropas indias y chinas en la frontera indo-china. A lo que se suma el proyecto de las nuevas Rutas de la Seda, con el que Xi pretendería desafiar el actual orden mundial liderado por EE.UU.
Ante estas pretensiones chinas, Washington esgrime un nuevo enfoque estratégico. Donald Trump ha mencionado el término Indo-Pacífico en todos los discursos de su gira asiática, que terminó ayer y que le ha llevado a visitar Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas. Un concepto que abarca una región más amplia que la de Asia-Pacífico y que incluye, además de Australia y Japón, a India, como contrapeso a una China cada vez más fuerte y segura de sí misma.
En este sentido, el lunes Trump emplazó a los líderes de los países de la Asean a no convertirse en “satélites” de nadie. Una velada advertencia contra la creciente influencia de China en la región. “Queremos que nuestros socios en la región sean fuertes, independientes y prósperos, tengan el control de sus propios destinos y no sean satélites de nadie”, dijo el líder estadounidense.
Sus declaraciones y la reunión de EE.UU. con sus aliados regionales fueron vistas precisamente por los analistas chinos como la respuesta a la creciente influencia militar y económica de Pekín. “Aunque no mencionaron a China por su nombre, (…) es un secreto a voces que todos están muy preocupados por su ascenso”, dijo Du Jifeng, un experto en asuntos del sudeste asiático de la Academia China de Ciencias Sociales, al diario South China Morning Post de Hong Kong.
Trump usa el término Indo-Pacífico para definir la nueva visión estratégica que propugna hacia Asia