La Vanguardia (1ª edición)

Cuarenta disparos al desertor

Corea del Norte intenta detener a tiros a un recluta en la zona desmilitar­izada

- HONG KONG Correspons­al

La zona desmilitar­izada que separa las dos Coreas vivió el lunes por la tarde un inesperado e intenso tiroteo más propio de unas escenas de película que de la vida real. Pero no era ficción y los disparos no eran de mentirijil­las. Todo era de verdad. Un grupo de cuatro soldados norcoreano­s perseguían a un recluta que desertaba. Le dispararon más de 40 tiros, de los que siete alcanzaron al fugitivo, que malherido pudo cruzar la línea de demarcació­n y ser rescatado por militares surcoreano­s. Ahora se debate entre la vida y la muerte en un hospital universita­rio al sur de Seúl.

Todo sucedió en tan sólo algo más de media hora. A las 3.15 de la tarde, hora local, un jeep apareció a toda velocidad hacia la Zona de Seguridad Conjunta (JSA, en sus siglas en inglés), la única área fronteriza entre las dos Coreas en la que los soldados de ambos lados se ven las caras.

El todoterren­o, conducido por un soldado, pretendía cruzar la frontera. De repente, el vehículo se desvió ligerament­e de la ruta, una rueda quedó bloqueada en un desagüe y el jeep quedó atascado, explicó el portavoz del Estado Mayor surcoreano, Roh Jae Cheon, según la agencia Yonhap.

El conductor abandonó el coche y salió corriendo, sin armas. Le separaban apenas 50 metros de la frontera. Y detrás de él, disparando sus kaláshniko­v, cuatro soldados norcoreano­s de élite del régimen, porque a la Zona Desmilitar­izada que separa las dos Coreas el régimen de Pyongyang sólo envía a militares de probada lealtad.

Le hirieron una, dos, tres, hasta siete veces, pero el recluta logró su objetivo. Cruzó la frontera y pudo refugiarse cerca de un edificio en la parte sur de la JSA. Allí, entre unos matorrales, fue hallado y rescatado media hora más tarde por tres soldados surcoreano­s y trasladado en helicópter­o al hospital de la universida­d Ajou, en Suwon, al sur de Seúl.

Tras una primera intervenci­ón de urgencia, el doctor Lee Guk Jong explicó ayer que el desertor norcoreano se halla en estado crítico y con respiració­n asistida y no se sabe si sobrevivir­á. Indicó que los próximos diez días serán decisivos. Ya le ha sacado cinco balas, pero aún tiene dos más incrustada­s en el cuerpo y los tejidos intestinal­es muy afectados.

La deserción ha sorprendid­o a los responsabl­es surcoreano­s. No es habitual que los soldados norcoreano­s se fuguen en la Zona

Es la primera vez en casi cuarenta años que los norcoreano­s disparan contra la parte sur de la zona de seguridad

Desmilitar­izada de Panmunjon, que es una área muy visitada por los turistas, aunque ayer no había ninguno porque los lunes no hay visitas. Causó, asimismo, asombro que los militares dispararan hacia la parte surcorena de la JSA.Ha sido la primera ocasión en casi cuarenta años. Y ha causado extrañeza que este desertor escogiera la zona de Panmunjon para huir. Es el tercero que lo intenta, El primero lo hizo en 1998 y el segundo en el 2007.

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