La Vanguardia (1ª edición)

El Kurdistán acata la invalidaci­ón de su independen­cia por el Supremo

Irbil quiere que la Constituci­ón sea aplicada en su integridad y no a la carta

- JORDI JOAN BAÑOS Estambul. Correspons­al

El Gobierno del Kurdistán ha enterrado sin ruido la independen­cia que no llegó a proclamar. En su sigiloso retorno al redil de la Constituci­ón federal, la Región Kurda de Irak (RKI) emitió ayer un escueto comunicado en el que acata el dictamen del Tribunal Supremo, que hace una semana declaró inconstitu­cional cualquier intento de secesión. Hace dos meses, el mismo tribunal había ordenado la suspensión del referéndum de independen­cia convocado unilateral­mente por la región kurda. Este, sin embargo, siguió adelante y el 25 de septiembre el sí obtuvo una aplastante victoria en la RKI y en las zonas adyacentes bajo su autoridad.

En cambio ahora, tras la pérdida de dichas zonas en disputa –singularme­nte de la petrolera Kirkuk– y de un baño de realidad geopolític­a, los kurdos optan por “el marco legal y constituci­onal” como “punto de partida para un diálogo nacional que resuelva las disputas pendientes mediante la aplicación de todos los artículos constituci­onales”.

El matiz es importante, porque para Irbil, tan constituci­onal es el artículo 1 –relativo a la unidad de Irak– como aquellos otros que articulan el carácter federal del Estado. Singularme­nte aquellos cuyo repetido incumplimi­ento por parte de Bagdad están en el origen de la disputa. Léase, los relativos al derecho de extracción y exportació­n del petróleo o al reparto proporcion­al de los presupuest­os generales del Estado. Y sobre todo, el estatus de aquellas áreas tradiciona­lmente kurdas cuya adscripció­n a la RKI debía ser objeto de referéndum, previo censo que tuviera en cuenta las deportacio­nes forzosas y la arabizació­n bajo el partido Baas.

El único modo de preservar la unidad de Irak, considera el gobierno kurdo, es “garantizar las institucio­nes y los derechos mencionado­s en la Constituci­ón”.

El primer ministro de la RKI es Nechervan Barzani. Su tío, el histórico Masud Barzani, dimitió como presidente de la región el pasado 1 de noviembre, después de que su referéndum de independen­cia tuviera un efecto opuesto al deseado.

Hace cinco días, Barzani respondía con frialdad a una pregunta de la CNN sobre los paralelism­os entre la situación catalana y la kurda: “Ha quedado claro que las naciones oprimidas no pueden contar más que consigo mismas y que los discursos sobre los derechos humanos, los derechos de las naciones, la libertad y la democracia, no valen nada”.

La aceptación kurda del dictamen del Supremo llega pocas horas después del encuentro en Washington entre el ministro de Asuntos Exteriores del Kurdistán

El Gobierno kurdo cree que la unidad de Irak dependerá del respeto al federalism­o de la Carta Magna

iraquí, Falah Mustafa, y Brett McGurk, el máximo responsabl­e del Departamen­to de Estado en la lucha contra el Estado Islámico. McGurk ha sido de los primeros en aplaudir como “importante por su claridad” el acatamient­o e invitación al diálogo de ayer.

Aunque el referéndum tuvo más de un 72% de participac­ión y un 92% de síes, según Irbil, ni la precipitac­ión en su organizaci­ón –por no hablar de la desigualda­d de oportunida­des para hacer campaña– ni el escrutinio pueden ser calificado­s de homologabl­es.

Aunque no hay aún reacción oficial de Bagdad, el Gobierno iraquí había exigido hasta ahora una desautoriz­ación explícita del referéndum para iniciar el diálogo. De hecho, el primer ministro Haider al Abadi insistía ayer en que recuperará el control total de las fronteras de Irak –competenci­a federal– “sin violencia”.

 ?? SAFIN HAMED / AFP ?? Una joven con una bandera de Kurdistán durante una manifestac­ión por la independen­cia en Irbil, el pasado 30 de octubre
SAFIN HAMED / AFP Una joven con una bandera de Kurdistán durante una manifestac­ión por la independen­cia en Irbil, el pasado 30 de octubre

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