El fiscal pide tres años para Granados en el primer juicio de la Púnica
La Fiscalía pide tres años de prisión para el exconsejero de la Comunidad de Madrid Francisco Granados en el primer juicio por el caso Púnica, que dio comienzo ayer en la Audiencia Nacional. El hecho que se juzga es el chivatazo dado a Granados en el sentido de que la unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil le investigaba.
Junto al exconsejero madrileño se sientan en el banquillo José Manuel Rodríguez Talamino, acusado de dar el soplo y que también pertenecía a la UCO, y José Manuel Caro, guardia civil en excedencia, exasesor de la Comunidad de Madrid. El chivatazo tuvo lugar en septiembre del 2014, cuando Talamino alertó a Granados de la instalación de una cámara frente al edificio donde el presunto conseguidor de la red Púnica, David Marjaliza, –sostiene la Fiscalía– “dirigía sus corruptos negocios”, en la localidad madrileña de Pinto. En la primera sesión del juicio, Talamino negó haber dado el chivatazo. Explicó que lo que sucedió fue que ambos coincidieron en las fiestas de Valdemoro, donde residen, y que le comentó que los agentes “ya habían llegado” a dicha localidad, sin que la frase tuviera doble sentido alguno. Caro también negó haber participado en el hecho. El soplo –afirma la Fiscalía– le sirvió a Granados para proteger su patrimonio “de origen ilícito”.