Educación en el metro
Hoy iba en el metro y he visto cómo las personas entran en el vagón y van buscando sitio para sentarse. Al sentarse sacan su móvil y no levantan la vista para no verse obligadas a ceder su asiento a personas que lo precisan, ya sean personas mayores o con alguna limitación. ¡Qué pena me da! ¿Dónde está la educación que hemos recibido?
Si no somos capaces de ceder nuestro asiento, ¿cómo vamos a ser capaces de ayudar al prójimo? Juventud divino tesoro, nos dicen; seamos dignos de este dicho, demostremos que nuestros padres no han echado a perder su esfuerzo y su empeño en nuestra educación.
Espero y deseo que la próxima vez que coja el metro no tenga esta sensación que he sentido hoy.
SILVIA RUEDA LÓPEZ
Barcelona