PDECat y ERC tienen su primer gesto con Colau
Demócratas y republicanos se abstienen en la votación inicial para que las cuentas puedan seguir debatiéndose
Cambio radical en la correlación de fuerzas del Ayuntamiento de Barcelona. PDECat y ERC brindaron ayer a la alcaldesa Ada Colau su primer gesto de complicidad. Y el PSC regresó a la oposición. Luego de meses llevando a cabo una oposición muy dura, demócratas y republicanos permitieron que la propuesta de presupuestos municipales del gobierno municipal para el año que viene fuera aprobada de manera inicial. Unos y otros se abstuvieron en la votación de la comisión de Economía. De este modo las cuentas de Colau continuarán debatiéndose las próximas semanas, seguirán negociándose al menos un mes. Y si la conversaciones fructifican podrían aprobarse de manera definitiva en diciembre, y así convertirse en los primeros presupuestos de la era Colau que se aprueban a través del consenso.
En principio el gesto de PDECat y ERC puede parecer insignificante. Pero vista la intensidad de la pinza que estaban aplicando sobre la alianza de comunes y socialistas, dado que tenían la posibilidad de condenar a Colau a tener que volver a recurrir a una cuestión de confianza para sacar adelante los presupuestos del Ayuntamiento, estas tibias muestras de apoyo sin duda marca un punto de inflexión en el mandato. Los socialistas también se abstuvieron, pero con otro talante.
Al parecer las abstenciones pueden tener muchos matices. La del PDECat de ayer tuvo, según subrayó la edil Sònia Recasens, “un carácter técnico”, y la de los republicanos, señaló su líder Alfred Bosch, otro más bien de tipo “cautelar”. Recasens y Bosch destacaron que lo que pretenden sus posturas es mejorar las cuentas de Colau. “Muchos decían que la ruptura del pacto con los socialistas abocaba Barcelona al abismo –dijo la demócrata– pero nuestra abstención servirá para que nos sentemos a hablar”. “Nosotros estamos aquí para trabajar por la ciudad –agregó el republicano–. Vemos cosas positivas en estos presupuestos, y otras que mejorar”. En verdad los comunes llevan unos días tratando de acercarse al PDECat. Les cuesta superar sus viejos vicios pero ahora no tienen más remedio que intentarlo. Al menos se preocuparon de explicarles algunos detalles de los presupuestos en varias reuniones. No es poco. Otros tienen que conformarse con unos pocos mensajes de Telegram.
La socialista Montserrat Ballarín prefirió emplear sus adjetivos en atacar a comunes y demócratas. No quiso calificar su abstención. Al primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello le recriminó que BComú haya decidido cambiar la bandera de Barcelona por la de Suiza, “por la del trust de Xavier Trias”. Y Reca- sens le pidió que bajara de Marte. “Nos abstenemos porque entendemos que desde la oposición hemos de exigir más que desde el gobierno. No queremos frenar el debate”, añadió Ballarín desde un asiento en la sala Lluís Companys correspondiente a los miembros del gobierno. Por la mañana, en la comisión de derechos sociales, la portavoz socialista Carmen Andrés ofició una vez más de concejal de Infancia y presentó un programa de atención a niños y adolescentes. Todo apunta a que el divorcio de comunes y socialistas se formalizará mañana. Colau cesará entonces a todos los socialistas de sus responsabilidades de gobierno y dictará su nuevo cartapacio. La alcaldesa y el socialista Jaume Collboni se reunieron ayer para tratar la cuestión. Collboni volvió recriminar a Colau que en ningún momento defendiera su pacto, que cediera a las presiones de PDECat, ERC y la CUP.
A ojos de Ciutadans y PP esta nueva correlación de fuerzas será apocalíptica. Según Paco Sierra, de Cs, el viraje de Colau alimentará la inquietud que ralentiza la economía. “Ustedes –le dijo a Pisarello– son ahora cómplices del Govern que está arruinando Catalunya. Vamos a perder el Mobile World Congress y a quedarnos sin la Agencia Europea del Medicamento”. “Estos presupuestos –agregó el popular Javier Mulleras– no se están aprobando porque sean buenos para Barcelona, sino porque están al interés del proceso independentista”. Además, esta vez en el pleno del Àrea Metropolitana de Barcelona, Cs y PP preguntaron ayer a la alcaldesa Colau, también presidenta del AMB, por qué no rompe con los socialistas en el gobierno de esta institución. “Colau lleva la inestabilidad a Barcelona mientras mantiene su pacto con el PSC en el Àrea Metropolitana para mantener su cuota de poder”, señaló la líder de Cs Carina Mejías. “Si Colau fuera coherente –indicó el popular Alberto Fernández–, al igual que ERC, deberían salir del gobierno metropolitano. Lo que pasa es que en el AMB el grupo mayoritario es el PSC”.
El nuevo cartapacio estará listo mañana y los concejales socialistas, cesados Cs y PP instan a BComú y ERC a abandonar el gobierno del AMB, dirigido por el PSC