España se deja empatar
La selección desperdició dos goles de ventaja en un partido que nunca supo controlar
Con cinco cambios respecto al once que barrió a Costa Rica en Málaga el pasado sábado, la segunda unidad de España sólo pudo empatar ante Rusia en San Petersburgo en un partido loco, totalmente descontrolado y en el que la roja se dejó igualar por dos veces y estuvo cerca de perder la imbatibilidad que mantiene el equipo desde que lo dirige Julen Lopetegui.
Rusia no parece que sea un candidato para ganar el próximo Mundial por más que sea el anfitrión. Y sin embargo, no será un rival fácil para nadie porque su falta de talento la suple con mucho entusiasmo y orgullo. Ante un equipo que le quitó el balón desde el principio, los locales no se resignaron nunca. Incluso las decisiones arbitrales en su contra –el árbitro italiano Rocchi les castigó con dos penaltis muy discutibles– le sirvieron de acicate y le animaron a rebelarse.
España no encajaba más de dos goles desde su desastroso debut en el Mundial de Brasil, cuando Holanda le pasó por encima (1-5) y llevaba cinco partidos sin encajar un gol. Su fragilidad defensiva fue la nota más llamativa de un encuentro que nunca supo controlar pese a llevar una ventaja cómoda, más en el marcador que en el juego.
España comenzó con el equipo de Málaga en la zaga, en la que sólo se cambió al portero, De Gea por Kepa, pero fue todo nuevo en la tripleta atacante, con Rodrigo, Suso y Asensio. Sin Isco en el campo, las operaciones ofensivas las dirigió Marco Asensio, bien secundado en la medular por Iniesta y Thiago, intocables para Lopetegui. El partido fue una tralla constante, sin ningún momento para el reposo. Rusia venía de perder en el último partido ante Argentina y no quería repetir de ningún modo la experiencia.
El inicio del juego no presagiaba las dificultades que le vendrían luego a la roja. Antes de los diez minutos Asensio puso un centro preciso en el área y por allí irrumpió un lateral tan bajito como Alba para cabecear el primer gol a la red. El segundo vino con ayuda arbitral, al entender Rocchi que un defensa sacó un balón con el brazo cuando le había dado con el hombro. Tiró el penalti Sergio Ramos y puso el 0-2 en el marcador.
La amplia ventaja comenzó a irse por el desagüe a pocos minutos del descanso, cuando un error defensivo español permitió a Smolov acortar distancias tras un buen recorte y remate.
El 1-2 permitió a Rusia no sólo
Ramos marcó dos goles de penalti en dos acciones polémicas que protestó el equipo ruso
meterse en el partido, sino perderle el miedo al rival. Con el habitual carrusel de cambios con el que empezó la segunda parte España le perdió la cara al partido. Las imprecisiones fueron constantes y Rusia empató muy pronto al cazar un balón muerto en el área.
Para más desconcierto, a los seis cambios de España se unió el variar varias veces de sistema en plena segunda parte, donde se pasó de jugar con cuatro defensas a una zaga de tres centrales y de un sólo pivote (Busquets) a dos. Con todo, España volvió a ponerse por delante gracias a otro penalti que pareció bien poca cosa, un leve agarrón en el área de los que no suelen pitarse. Volvió a marcar Ramos, pero ni con esas España pudo sujetar el marcador. Smolov de volea logró empatar de nuevo y De Gea evitó la derrota con una parada muy al final.