El jefe de los Mossos avala a Trapero ante la Audiencia
La defensa busca probar que se actuó con proporcionalidad
La versión del exmayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero sobre los hechos de los días 20 y 21 de septiembre pasado en la Conselleria d’Economia se vio ayer reforzada por la declaración en la Audiencia Nacional del actual jefe de la policía catalana, Ferran López, y otros tres miembros del cuerpo. López y los demás comparecientes coincidieron en considerar que se actuó con prudencia y proporcionalidad, y que cualquier intento de forzar la salida de la comisión judicial entre la masa formada frente a la conselleria, o de disolver a los concentrados, hubiera podido tener consecuencias mucho más lesivas para el orden público.
López y los otros tres miembros de la policía de la Generalitat –dos de ellos de antidisturbios y el tercero de la comisaría de Barcelona– declararon como testigos, a propuesta de la defensa de Trapero. La finalidad de su comparecencia era proporcionar a la Fiscalía y a la juez más elementos de juicio para ponderar la actuación del mayor de los Mossos e, indirectamente, de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, presidentes de la ANC y de Òmnium, respectivamente. El primero fue puesto en libertad por la magistrada –aunque la Fiscalía pedía prisión incondicional–, y los dos últimos, en cambio, están en la cárcel desde su primera declaración, el pasado 16 de octubre.
Para las defensas es importante acumular testimonios que contrapesen la versión de los hechos contenida en los atestados que la Guardia Civil envió a la Audiencia Nacional. Los hechos del 20 y 21 de septiembre tuvieron gran importancia no sólo como base de las primeras actuaciones judiciales contra Trapero, Sànchez y Cuixart, sino como fundamento de las posteriores querellas de la Fiscalía por el supuesto delito de rebelión. Allí empezó a hablarse de “alzamiento tumultuario”, elemento definidor del delito de rebelión.