Nuevo toque de atención de los empresarios a Colau
Los comerciantes, pocos días después que los hoteleros, exigen al gobierno municipal que tome medidas especiales
El comercio barcelonés dio ayer un nuevo toque de atención al gobierno de la alcaldesa Ada Colau. Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, de la entidad que agrupa los principales ejes comerciales de la ciudad, le dijo a la alcaldesa Colau que es verdad, que la situación es tan complicada como extraordinaria, que muchos factores se escapan de nuestras manos, pero que precisamente por ello el Ayuntamiento ha de asumir un papel más activo en todo aquello que le compete. Hablamos de las reticencias municipales a la nueva terminal de cruceros, de poner fin de una vez por todas a la guerra de la terrazas, de replantear el plan estratégico de turismo y de toda la política municipal sobre esta industria... “Tenemos que recuperar la agenda económica de todo aquello que depende de nosotros –subrayó Jené–, tenemos que fortalecer la marca Barcelona”.
Aquí la palabra nosotros tiene un significado muy especial. Jené hizo estas declaraciones para cerrar la tercera edición de Summit Barcelona Oberta, de este nuevo punto de encuentro anual entre los sectores público y privado. Aquí nosotros significa todos, significa Barcelona. Y esta vez sí que vino la alcaldesa. A la tercera fue la vencida. No se trata únicamente de un capricho de los comerciantes. Los hoteleros pidieron el miércoles al Ayuntamiento que doble sus inversiones dedicadas a la promoción de la ciudad. Dijeron a los comunes que no pueden continuar gobernando como si las elecciones se hubieran celebrado ayer. Recordaron que desde entonces no cesan de sucederse acontecimientos de un modo vertiginoso. Ayer, después de los aplausos, muchos empresarios confesaron en voz baja que temen que la salida de los concejales socialistas del gobierno suponga un paso atrás en esta búsqueda de la colaboración. Las críticas de Jené no hicieron otra cosa que aclarar lo que se vino escuchando entre líneas sobre el escenario de El Molino, en las conferencias y debates que se desarrollaron toda la mañana. Si las administraciones y los emprendedores no aunan sus esfuerzos, Barcelona, es decir, nosotros, no superará el bache que está atravesando.
“Nos convertimos en granjeros, y tenemos que volver a ser cazadores –dijo Mateu Hernández, director de Barcelona Global–, como cuando nos quedamos los Juegos Olímpico y el Mobile. Son los hoteleros quienes saben atraer turistas, son los que montan convenciones quienes saben seducir empresas... Mientras que hablamos, en Lisboa, Ámsterdam y Oslo no paran. Si no reaccionamos acabaremos como Milán en los noventa. Ahora estamos en la niebla, y no sabemos por cuánto tiempo. Pero no somos la primera ciudad en shock. Nueva York, en los setenta, entró en bancarrota. Tenemos que volver a invertir en promoción, explicar qué restaurantes se abren, qué conciertos se celebran... Y sobre todo adoptar una gestión más profesional”. “Vivimos una situación coyuntural y pasajera –detalló Pere Duran, exdirector de Turisme de Barcelona–. El problema es que bajamos la guardia. La demonización del turismo fue muy demagógica. Estamos sufriendo las consecuencias de los últimos dos años. Turisme de Barcelona es un gran ejemplo de colaboración público privada. Pero ahora hacen falta más recursos para ser más activos. No podemos volver a bajar la guardia”.
“Conseguiremos superar esta situación –aseguró Constatí Serrallonga, director de Fira de Barcelona–.
“Hemos de volver a ser cazadores, como cuando conseguimos el Mobile”, dice el director de Barcelona Global
Hemos de diferenciar lo económico de lo político y apostar por una gestión muy profesional. De este modo superaremos un examen tras otro, de esta manera lograremos que el Mobile World Congress se quede en Barcelona”. “Los comerciantes no pueden dedicarse únicamente a pedir –señaló Álvaro Costela, responsable de márquetin de los Bid de Liverpool, de esos ejemplos de colaboración entre comerciantes y administraciones locales para mejorar el espacio público–. Estas experiencias, para la derecha, se reducen a pagar impuestos dos veces, y para la izquierda a mercantilizar el espacio público, pero en realidad hablamos de crear un nuevo sector. Tenemos que superar las posturas esquizofrénicas. Estas Navidades, en Liverpool, en vez de luces cutres tendremos rayos láser”.