Josele Santiago amplía su ventana musical
El músico presenta hoy su último disco en solitario, ‘Transilvania’
Josele Santiago sigue en primera línea del fragor rockero, con la piel más encallecida, con esa expresión en el rostro proclive a la seriedad pero que irradia luminosidad cuando habla de eso que tanto le gusta y que responde por buen rock. Santiago (Córdoba, 1965) es pieza clave en la escena rockera del país, tanto al frente de Los Enemigos como responsable de una carrera en solitario que ha alcanzado un sugestivo grado de musculatura con su reciente Transilvania (Altafonte). Una obra que presenta esta noche en Barcelona (La [2] de Apolo, 21 h) junto a sus músicos habituales.
Vecino de la capital catalana desde hace unos años, Santiago confiesa que la presencia de Raül Fernández Refree en las tareas de producción de su nueva obra ha sido capital. “En conjunto su trayectoria me parece impresionante porque me parece un tipo muy abierto a todo, inquieto, que se ilusiona y esto es básico a estas alturas del telediario. Ha sido una grabación muy agradable también en términos de comunidad”.
No existía un claro punto de partida para acometer una obra como Transilvania, que no pocos la ven como una obra cargada de cinismo con el que desgrana los tópicamente llamados males de la sociedad actual. “No había nada previsto de antemano, lo de siempre, es decir, partir de cero, de algo muy básico como guitarra acústica y voz e ir grabando y ver lo que va pasando. Pero cuando le comenté que me apetecía trabajar con sintetizadores y esas cosas, se le abrieron los ojos y me empezó a sacar un montón de cacharros de ese tipo de los armarios”, recuerda sonriente. “Es que me apetecía trabajar con otras texturas distintas; en mis primeros tres discos en solitario estaba obsesionado con grabar en directo riguroso y una pureza exquisita, y ya con el cuarto me di cuenta de que las canciones podían respirar también afrontándolas de otra manera no tan purista. Y es que lo que para mí había sido liberador al principio se estaba convirtiendo en un corsé... así que una de mis premisas en esta ocasión ha sido esta: ir a ver si me divertía realmente en el estudio de grabación. Y se ha conseguido”.
Y uno de los logros alcanzados de paso ha sido mezclar dos mundillos, el de Refree y el de los músicos que le arropan desde hace unos años en sus incursione en solitario, hasta llevarlos a buen puerto: “hemos trabajado con una ilusión tremenda y por encima de todo ha prevalecido que son músicos. Y yo que una de mis batallas últimas como compositor es precisamente no pensar en estilos, he intentado llevar esta filosofía al estudio”.
Además de esta amplitud estilística –en su casa se escucha ahora mucho Neu!, Van der Graaf o, sobre todo, In a silent way, de Miles Davis–, Transilvania rebosa la crítica sobre el entorno que nos rodea. “Lo veo bastante chungo. No solo a nivel de la conservación del planeta sino también términos de desigualdad social, de corrupción, de déficit democrático, de pederastia... “no, no es muy optimista, pero refleja lo que veo y creo que no voy muy desencaminado”.
El líder de Los Enemigos ofrece su obra más multiestilística, producida por Refree