Reacción a golpe de triples
Oriola fue el máximo anotador en el primer partido ante sus excompañeros
No se recupera en un solo partido la credibilidad.El Barcelona Lassa ha enviado demasiados mensajes de debilidad en la presente temporada para que el futuro inmediato pueda verse aún con ilusión. Los blaugrana, más allá de rachas de triunfos o derrotas, han sido capaces de volverse locos en cuestión de minutos y esto deja a los aficionados con la mosca detrás de la oreja pese a que sus ganas de aplaudir en el nuevo proyecto son evidentes, y también da moral a los rivales, conscientes de la fragilidad barcelonista.
Para que el conjunto de Sito Alonso vuelva al camino correcto se necesitan más actuaciones como la de ayer, con mucho juego colectivo, buena defensa y gran efectividad en los triples (9/16 en el descanso, sólo uno después). Pero fue un paso, positivo. El acierto lejano fue determinante en un primer tiempo de absoluto dominio local ante un Valencia que, sin duda, acusó el cansancio y la decepción vivida el miércoles en la Fonteta cuando perdió ante el Armani después de dos prórrogas. A los cinco minutos, Moerman ya había acertado tres veces desde los 6,75 metros y aunque Seraphin se fue pronto al banquillo con dos faltas, los azulgrana mandaban con claridad (24-16) y siguieron haciéndolo con la salida a la pista de Pressey y los numerosos cambios en el equipo. Esta vez, al contrario que en otros encuentros, hubo muchos jugadores que aportaron minutos de calidad, lo que es imprescindible para el buen funcionamiento del bloque. Ribas, por ejemplo, logró 7 puntos en el segundo cuarto, en el que también destacó Oriola (8 puntos con 2/2 triples) antes quienes eran sus compañeros hace muy poco tiempo. Incluso Tomic se peleó con Dubljevic y aunque no acertó demasiado en ataque –falló algunas canastas muy fáciles como le había sucedido en Nuremberg ante el Bamberg–, ofreció carácter, una virtud poco conocida en él.
El Valencia fue perdiendo la concentración, se quedó en un par de ataques seguidos sin anotar y mientras el público del Palau Blaugrana volvía a reclamar la libertad de los políticos catalanes encarcelados con gritos de “liber- tad, libertad”, el Barça siguió a lo suyo –no se descentró ni siquiera cuando la diferencia de personales, 5-0 en cinco minutos, llegó a ser extraña– sumando sin parar hasta alcanzar su mayor renta con el 50-32 del descanso al que se llegó con un triple de Pressey.
Con el equipo titular de nuevo en pista en el inicio del tercer cuarto, el Barça pensó más en ampliar la ventaja que no en conservarla, lo que siempre es acertado. Lo consiguió hasta el 67-46 (26m) en una brillante acción de Sanders, pero en ese instante encajó un 0-8 culminado por Rudez con un 3+1. La renta (67-54) todavía era evidente y seguía vigente en el minuto 30 (71-56) lo que, en teoría, garantizaba un último cuarto sin emociones, que es de lo que se trataba si los barcelonistas no volvían a las andadas. No lo hicieron, ni siquiera sin importar que Pressey jugará más que Heurtel. El estadounidense, desaparecido en los últimos partidos,
incluso se permitió el lujo de superar otra vez los veinte (8160) con un balón recuperado y un posterior mate. Sin tiempo para pensar, los dos equipos se enfrentarán mañana de nuevo en el Palau, en duelo de la ACB.
Después de dos partidos en los que apenas había jugado, el estadounidense se activó de nuevo