Los ancianos
Agradezco el artículo de Joaquín Luna (“El anciano... ¿nace o se hace?”, 4/XII/2017). Es cierto que ya existe poco respeto por los ancianos con bastón o sin bastón. Parece ser que se sufre una gran vergüenza al ver un anciano que está cuidado paseando con una persona a su lado.
Creemos que la calidad de vida es tenerlos en las residencias geriátricas que nuestra sociedad de bienestar nos oferta cuando ya se les ha concedido el grado de dependencia. Más complicado es cuando la familia decide dar el paso de cuidarlos ellos mismos en casa con calor familiar. Solicitas la ayuda de cuidador y te tardará un tiempo razonable de dos años o más. Mientras, arropamos, mimamos y les damos honor a nuestros ancianos hasta que esta sociedad de bienestar decide otorgar la ayuda. Pero no importa, quizás si lo que se solicitase fuese para un animal en necesidad se abrirían las compuertas de los cielos y ¡hasta caerían algodones en el acto! Pero ambos, ancianos y animales, tienen derechos, eso sin dudarlo.
Querida sociedad, hemos perdido la sensibilidad y la razón; nuestros ancianos fueron niños, jóvenes, padres o no, pero que todos seremos algún día ancianos es muy seguro.
PILAR LÓPEZ MOYA
Sant Fost de Campsentelles