El precio de los créditos subirá en el 2018 por la nueva regulación europea
Una circular del banco central elevará en 3.000 millones las provisiones de la banca
La aplicación de la nueva regulación bancaria internacional, que entra en vigor en enero del 2018, implicará que la banca incremente el precio de los créditos, ya que repercutirá en el precio el mayor volumen de provisiones que se cargarán contra reservas (y no contra resultados). Ayer, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la letra pequeña de la nueva circular contable elaborada por el Banco de España, que sustituye a la circular 4/2004 y recoge temas que ya se habían modificado en el anejo IX del año 2016. “La principal novedad es el cambio de estimaciones de las provisiones sobre créditos, que deja de estar basada en el concepto de pérdida incurrida para hacerlo en el de pérdida esperada”, señalan fuentes de la subdirección general del Banco de España.
Con este cambio, la legislación que se aplica a las entidades financieras españolas “se alinea con las guías internacionales que recogen mejores prácticas y expectativas supervisoras en el ámbito contable”, como aconseja la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y el Comité de Supervisores Bancarios de Basilea.
Las provisiones que realizaron los bancos en España en el 2016 ascendieron a 20.000 millones. Fuentes del supervisor estiman que el nuevo decreto supondrá un incremento de entre un 13% y un 15%, con lo que las entidades financieras tendrán que hacer provisiones adicionales por un importe que se sitúa en una horquilla de entre 2.600 y 3.000 millones de euros el próximo año.
Hasta ahora, los créditos normales incorporaban una pequeña provisión o pérdida ya apuntada en el balance de los bancos. Esta cobertura aumentaba en el caso de la vigilancia especial, por presentar un mayor riesgo. En caso de préstamo dudoso, tenía que dotarse según el tipo de crédito y según aumentaba el tiempo de morosidad hasta cubrirse un plazo de 21 meses desde el primer impago.
La nueva legislación mantiene estable el concepto de crédito moroso: seguirán siendo vencidos en más de 90 días y cuando afecte a más del 20% de la deuda. Pero implica mayores provisiones principalmente en los préstamos con riesgos normales y, sobre todo, en los de vigilancia especial. En estos últimos, antes se provisionaba el equivalente de 12 meses y ahora la dotación tendrá que hacerse por toda la vida del crédito. En el caso de estos últimos, en las tarjetas de crédito puede elevarse la cobertura hasta el 9% y en los préstamos de vivienda hasta el 13%.
De ahí, que la EBA considere que el impacto de la transición al modelo de pérdida esperada suponga un incremento de las provisiones en los grandes bancos del 13%, cifra que se puede elevar hasta el 15% en los de menor tamaño. Los grandes bancos aplicarán su propia metodología para medir el riesgo, pero el supervisor ha elaborado una hoja de ruta para las entidades de menor tamaño. Para estimar las provisiones, la metodología incluye la calidad de los datos del crédito, la documentación, integración en la gestión y la simplicidad; tiene que involucrarse en ello el consejo de administración y el departamento de auditoría interna, así como efectuar pruebas de contraste y comparación.
Con el nuevo método, según fuentes del Banco de España, la banca deberá estar mejor preparada para afrontar futuras crisis financieras. También dice adiós a las provisiones anticíclicas, una metodología que sólo operó en el mercado español y que se ha revelado insuficiente.
Las provisiones deberán aplicarse a partir del 1 de enero del 2018. De ahí que, explican las mismas fuentes, “a partir de los resultados del primer trimestre se empezará a ver el impacto en reservas, las provisiones ejecutadas por el modelo de pérdida esperada y el impacto en capital”.
Según la EBA, los bancos incrementarán sus provisiones entre un 13% y un 15% En el caso de créditos de riesgo habrá que provisionar por toda la vida del préstamo
MAYOR SEGUIMIENTO
SIMPLIFICACIÓN Desaparece la provisión anticíclica, que sólo operaba en el mercado español