El favor de Trump a Israel desata la ira de los palestinos
Los enfrentamientos con las fuerzas israelíes acaban con decenas de heridos Hamas llama a una nueva intifada contra la capitalidad de Jerusalén Abas pide calma pero borra a EE.UU. de cualquier plan de paz
El líder de Hamas, Ismail Haniye, hizo ayer por la mañana un llamamiento a favor de una nueva intifada para protestar contra la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y su intención de trasladar allí la embajada que hoy está en Tel Aviv. Haniye pidió el fin de la colaboración en temas de seguridad entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel. Poco después hubo enfrentamientos en Ramala, Belén, Hebrón, Tulkarem, Qalandia y en la frontera de la franja de Gaza, que provocaron medio centenar de heridos. Al menos uno de estos heridos está en situación crítica.
Los manifestantes palestinos atacaron con piedras. También incendiaron neumáticos y contenedores de basura. El ejército israelí y la guardia de fronteras respondió con gases lacrimógenos, cañones de agua, balas de goma. En Gaza, los soldados que vigilan la frontera respondieron con fuego real a los palestinos que les lanzaron piedras.
Israel reforzó sus efectivos ante los llamamientos a la ira palestina y la declaración de Yihad Islámica, que anunció que “EE.UU. es enemigo de todos los musulmanes”.
Algunos manifestantes se pronunciaban a favor del tercer levantamiento palestino, justamente cuando se conmemora el 30 aniversario de la fundación de Hamas y de la primera intifada, que estalló el 9 de noviembre de 1987. En las calles de Jerusalén oriental y Cisjordania, con todos los comercios cerrados, los ministerios públicos sin actividad y una huelga general que incluye los colegios, la atmósfera no era muy distinta de las anteriores intifadas. El ejército hebreo trasladó nuevas unidades a Cisjordania y el primer ministro, Beniamin Netanyahu, limpió su agenda y estuvo todo el día pendiente de la seguridad.
El presidente palestino, Mahmud Abas, se entrevistó en Ammán con el rey Abdalá de Jordania, uno de sus principales aliados, y declaró que “Jerusalén oriental es la capital eterna del Estado palestino”. También considera que EE.UU. no puede volver a ser mediador en ninguna negociación de paz.
Al igual que el resto de funcionarios de la ANP, Abas no llamó a la violencia, y subrayó que apoya las protestas civiles no armadas. Su objetivo es que la Liga Árabe y la ONU condenen la decisión de Trump. El consenso del mundo árabe y musulmán es total.
Kadura Fares, exministro palestino muy próximo a Maruan Barguti, el preso con más proyección política, manifestó a La Vanguardia que “Trump ha dado el último disparo contra el proceso de paz. El pueblo palestino sufre y por lo tanto necesitamos una nueva estrategia para ocuparnos del tema principal, que continua siendo la ocupación”. Fares, al igual que Abas, llamó a una rebelión civil no violenta, contrariamente a lo anunciado por los dirigentes de Hamas. Naser el Kidua, sobrino del líder histórico Yasir Arafat, dijo: “Expresar nuestra ira, sí; usar la violencia, no”.
Estados Unidos, en un mensaje muy inusual de la secretaría de Estado dirigido al Gobierno de Netanyahu, pidió contención a las fuerzas israelíes en su respuesta a las marchas de protesta.
De no producirse una gran sorpresa, los enfrentamientos de ayer fueron solo un ensayo general de lo que se puede esperar hoy viernes, declarado “día de la ira” y “primera jornada de la nueva intifada”. Miles de jóvenes de Cisjordania y Gaza participarán en las manifestaciones convocadas por las principales organizaciones. El gran interrogante es si las fuerzas palestinas impedirán o no que alcancen los asentamientos israelíes o los puestos de control militares.
Lo más probable es que la policía palestina se mantenga al margen y que estalle la violencia.
El gran examen será probablemente el sábado y domingo, días en que se determinará si la llama de la protesta de la revuelta de Jerusalén crecerá y se convertirá, como en el pasado, en un levantamiento de larga duración. Dependerá en buena parte de la actitud del ejército israelí y del número de víctimas mortales que se registren. Sin embargo, la pregunta clave es en qué momento las fuerzas palestinas recibirán la orden de alejar a los manifestantes, y cual será la actitud de Abas.
Algunos medios de comunicación árabes, entre ellos el canal qatarí Al Yazira, acusan a EE.UU. de haber acabado con el proceso de paz y de llevar a los palestinos a una segunda Nakba, el exilio al que fueron forzados en 1948 al crearse el Estado de Israel.
El grupo islamista convoca a una tercera intifada desde la franja de Gaza Abas aboga por la no violencia y borra a EE.UU. de cualquier negociación de paz