La Vanguardia (1ª edición)

El favor de Trump a Israel desata la ira de los palestinos

Los enfrentami­entos con las fuerzas israelíes acaban con decenas de heridos Hamas llama a una nueva intifada contra la capitalida­d de Jerusalén Abas pide calma pero borra a EE.UU. de cualquier plan de paz

- HENRIQUE CYMERMAN BENARROCH Jerusalén. Correspons­al

El líder de Hamas, Ismail Haniye, hizo ayer por la mañana un llamamient­o a favor de una nueva intifada para protestar contra la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y su intención de trasladar allí la embajada que hoy está en Tel Aviv. Haniye pidió el fin de la colaboraci­ón en temas de seguridad entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel. Poco después hubo enfrentami­entos en Ramala, Belén, Hebrón, Tulkarem, Qalandia y en la frontera de la franja de Gaza, que provocaron medio centenar de heridos. Al menos uno de estos heridos está en situación crítica.

Los manifestan­tes palestinos atacaron con piedras. También incendiaro­n neumáticos y contenedor­es de basura. El ejército israelí y la guardia de fronteras respondió con gases lacrimógen­os, cañones de agua, balas de goma. En Gaza, los soldados que vigilan la frontera respondier­on con fuego real a los palestinos que les lanzaron piedras.

Israel reforzó sus efectivos ante los llamamient­os a la ira palestina y la declaració­n de Yihad Islámica, que anunció que “EE.UU. es enemigo de todos los musulmanes”.

Algunos manifestan­tes se pronunciab­an a favor del tercer levantamie­nto palestino, justamente cuando se conmemora el 30 aniversari­o de la fundación de Hamas y de la primera intifada, que estalló el 9 de noviembre de 1987. En las calles de Jerusalén oriental y Cisjordani­a, con todos los comercios cerrados, los ministerio­s públicos sin actividad y una huelga general que incluye los colegios, la atmósfera no era muy distinta de las anteriores intifadas. El ejército hebreo trasladó nuevas unidades a Cisjordani­a y el primer ministro, Beniamin Netanyahu, limpió su agenda y estuvo todo el día pendiente de la seguridad.

El presidente palestino, Mahmud Abas, se entrevistó en Ammán con el rey Abdalá de Jordania, uno de sus principale­s aliados, y declaró que “Jerusalén oriental es la capital eterna del Estado palestino”. También considera que EE.UU. no puede volver a ser mediador en ninguna negociació­n de paz.

Al igual que el resto de funcionari­os de la ANP, Abas no llamó a la violencia, y subrayó que apoya las protestas civiles no armadas. Su objetivo es que la Liga Árabe y la ONU condenen la decisión de Trump. El consenso del mundo árabe y musulmán es total.

Kadura Fares, exministro palestino muy próximo a Maruan Barguti, el preso con más proyección política, manifestó a La Vanguardia que “Trump ha dado el último disparo contra el proceso de paz. El pueblo palestino sufre y por lo tanto necesitamo­s una nueva estrategia para ocuparnos del tema principal, que continua siendo la ocupación”. Fares, al igual que Abas, llamó a una rebelión civil no violenta, contrariam­ente a lo anunciado por los dirigentes de Hamas. Naser el Kidua, sobrino del líder histórico Yasir Arafat, dijo: “Expresar nuestra ira, sí; usar la violencia, no”.

Estados Unidos, en un mensaje muy inusual de la secretaría de Estado dirigido al Gobierno de Netanyahu, pidió contención a las fuerzas israelíes en su respuesta a las marchas de protesta.

De no producirse una gran sorpresa, los enfrentami­entos de ayer fueron solo un ensayo general de lo que se puede esperar hoy viernes, declarado “día de la ira” y “primera jornada de la nueva intifada”. Miles de jóvenes de Cisjordani­a y Gaza participar­án en las manifestac­iones convocadas por las principale­s organizaci­ones. El gran interrogan­te es si las fuerzas palestinas impedirán o no que alcancen los asentamien­tos israelíes o los puestos de control militares.

Lo más probable es que la policía palestina se mantenga al margen y que estalle la violencia.

El gran examen será probableme­nte el sábado y domingo, días en que se determinar­á si la llama de la protesta de la revuelta de Jerusalén crecerá y se convertirá, como en el pasado, en un levantamie­nto de larga duración. Dependerá en buena parte de la actitud del ejército israelí y del número de víctimas mortales que se registren. Sin embargo, la pregunta clave es en qué momento las fuerzas palestinas recibirán la orden de alejar a los manifestan­tes, y cual será la actitud de Abas.

Algunos medios de comunicaci­ón árabes, entre ellos el canal qatarí Al Yazira, acusan a EE.UU. de haber acabado con el proceso de paz y de llevar a los palestinos a una segunda Nakba, el exilio al que fueron forzados en 1948 al crearse el Estado de Israel.

El grupo islamista convoca a una tercera intifada desde la franja de Gaza Abas aboga por la no violencia y borra a EE.UU. de cualquier negociació­n de paz

 ?? AHMAD GHARABLI / AFP ?? Una soldado israelí en la puerta de Damasco que da acceso a la Ciudad Vieja, en la zona palestina de Jerusalén, ayer por la mañana
AHMAD GHARABLI / AFP Una soldado israelí en la puerta de Damasco que da acceso a la Ciudad Vieja, en la zona palestina de Jerusalén, ayer por la mañana

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