Una carrera llena de éxitos
El realizador británico podría aspirar de nuevo a los Oscars con su último filme, del que ha eliminado a Kevin Spacey
El octogenario Ridley Scott aspira de nuevo a un Oscar de la Academia con su último filme, Todo el dinero del mundo.
Tiene una trayectoria ciertamente envidiable, con una filmografía que incluye clásicos incomparables como Alien, Blade Runner, Thelma y Louise o la ganadora del Oscar Gladiator, mereciéndose el respeto y la admiración tanto de críticos como de colegas y actores en sus seis décadas como director, y habiendo amasado a lo largo del camino una fortuna cercana a los 120 millones de euros.
Con una vitalidad envidiable por muchos cincuentones, el realizador británico Ridley Scott ha celebrado recientemente su 80 cumpleaños haciendo lo que más le gusta: trabajando furiosamente para lograr algo que para cualquier otro realizador habría sido una apuesta imposible. El objetivo era eliminar de su más reciente filme, Todo el dinero del mundo, a Kevin Spacey y reemplazarle por Christopher Plummer antes de que vencieran los plazos para que la película pueda participar en la carrera por los premios de cine de este año.
La tarea era verdaderamente titánica, pero para Scott e Imperative Enterainment, la compañía que ha producido la película, era la única opción para tratar de rescatar a una producción de 40 millones de dólares que de otro modo hubiera quedado empantanada en el escándalo que obligó a Netflix a despedir a Spacey de su exitosa serie House
of Cards.
En apenas dos semanas, el gran director tuvo que volver a filmar las escenas en las que participó previamente el actor defenestrado por acoso sexual con Christopher Plummer, quien en diciembre cumplirá los 88 años. Si bien el actor que interpretó al inolvidable Capitán Von Trapp en Sonrisas y
lagrimas goza de excelente salud y ha rodado seis películas este año, la decisión de contratarle, entre otras cosas porque se acerca más en edad al personaje que interpreta y no necesitaba de tanto maquillaje como se usó con Spacey, es otra muestra del espíritu indomable del director, que este año ya estrenó la superproducción Alien: Covenant y produjo Blade Runner 2049.
Un simple resfriado de Plummer podría haber tirado por la borda el preciso plan de Scott, quien tuvo todo listo en la sala de montaje para insertar las nuevas escenas, en las que también participaron Michelle Williams y Mark Wahlberg, para que la película pudiese proyectarse para los críticos en su versión final en los primeros días de diciembre, y estar lista para el estreno en EE.UU., previsto para el día 22.
Scott, que ya había comenzado a preparar el rodaje de una nueva cinta de la serie de Alien y anunció en abril que regresará al cine bélico con el remake de La batalla de In-
El realizador de ‘Blade Runner’ y ‘Gladiator’ tiene una fortuna cercana a los 120 millones de euros
glaterra, un género en el que no incursiona desde que en el 2001 estrenó la exitosa Black Hawk derribado, ciertamente no lleva el ritmo de un hombre de su edad. Tras el suicidio de su hermano Tony cinco años atrás, un tema del que prefiere no hablar, guía los destinos de Scott Free Productions, la compañía que además de cine y televisión sigue realizando comerciales en Londres y Los Ángeles.
Además tiene otra empresa, RSA Films, en la que trabajan sus tres hijos, Jake. de 51 años, Luke, de 49, y Jordan, de 39, todos directores, aunque ninguno de ellos ha llegado ni lejanamente a obtener su reputación. Casado y divorciado dos veces, Scott vive desde hace 16 años con la actriz costarricense Giannina Facio, de 62, con la que se casó en el 2015. Ella apareció en casi todas las películas de Ridley desde Gladiador, en donde encarnó a la esposa de Russell Crowe, hasta Exodus:
Dioses y reyes, todas filmadas antes de subir al altar.
Quien no ha parado de generar películas desde que probó por primera vez el largometraje en 1977 con Los duelistas, con la que ganó el premio al mejor debut en el Festival de Cannes, nunca parece impresionarse por sus propios logros. Scott, que también le ha puesto la firma a
Legend, Hannibal o Red de mentiras, es famoso por preparar dibujos de todas las escenas que luego filmará y seguir al pie de la letra sus diseños, por lo que suele terminar sus películas antes de lo previsto gastando menos de lo pactado. Sin embargo, si algo le queda por lograr es llevarse tanto el Oscar como el Globo de Oro a mejor director, ya que las tres veces que estuvo nominado a esos premios se marchó con las manos vacías. No sería de extrañar que Scott entre este año otra vez en la lista de los nominados por la Academia de Hollywood y que su trayectoria juegue a su favor frente a otros posibles candidatos como Spielberg, Nolan o Del Toro.
Ya está preparando una nuevo ‘Alien’ y volverá al cine bélico con un remake de ‘La batalla de Inglaterra’