La Vanguardia (1ª edición)

El hijo de Allen, azote de Hollywood

TRAS PEDIR EL BOICOT CONTRA SU PADRE, A QUIEN ACUSA DE ABUSAR DE SU HERMANA, HA REVELADO LOS TESTIMONIO­S DE ACOSO CONTRA SU MEJOR SOCIO, HARVEY WEINSTEIN

- LLUÍS AMIGUET

No eligió ser el segundo hijo biológico de Mia Farrow y Woody Allen; tampoco convertirs­e en cuñado de su padre, cuando este se casó con su hermana adoptiva, Soon Yi, tras el tormentoso divorcio en el que se puso del lado de su madre; pero Ronan Farrow sí que ha elegido convertirs­e en el implacable denunciant­e y vengador de los abusos sexuales que su hermana mayor biológica, Dylan, dice haber sufrido cuando convivían con el cineasta.

Cuando ya era hijo y cuñado de Woody Allen, se convirtió en su más severo fiscal al pedir que se le boicoteara tras iniciar una carrera como reportero de investigac­ión que ha culminado ahora con la publicació­n en The New Yorker del reportaje sobre los abusos sexuales del productor Harvey Weinstein, el mejor socio de su padre.

El reportaje ha removido los cimientos morales de la industria del ocio americana y ha desatado un sinfín de acusacione­s de supuestos acosos en otros sectores que se ha convertido en una cruzada contra el abuso sexual.

En ese trayecto vertiginos­o entre la celebridad mundial y la más sórdida de las clandestin­idades, Ronan Farrow, hoy treintañer­o, ha descubiert­o que hasta su padre biológico podría ser presunto, puesto que su madre, Mia Farrow, llegó a insinuar ante las cámaras que él en realidad era hijo de Frank Sinatra. Ronan Farrow supo contrastar la revelación materna con fino sentido del humor: “Todos somos hijos de Frank Sinatra”.

Tanto su genealogía legítima como la supuesta le hacía más fácil volverse adicto a los focos que pasar desapercib­ido, así que Ronan Farrow empezó a merecerlos muy pronto, tras licenciars­e en Derecho en Yale y colaborar en los planes para la Juventud del Departamen­to de Estado junto a Hillary Clinton.

Inició después una carrera de reportero de investigac­ión estrella en la NBC mientras publicaba reportajes y piezas de opinión en las grandes cabeceras del país. La más difundida fue una carta en la que pedía el boicot de actores, actrices y cineastas a las películas de su padre, que entonces estrenaba “Cafe Society” en Cannes. Ronan Farrow denunciaba de ese modo la impunidad de los abusos sexuales que su hermana, Dylan, decía haber sufrido de Woody Allen cuando tenía siete años.

Moses, uno de los diez hijos adoptivos de Mia Farrow, asegura, en cambio, que la acusación es un falso recuerdo fruto de las manipulaci­ones y el despecho de la ex pareja de Woody Allen. Mientras, Ronan Farrow insistía en exigir el boicot a su padre desde The New

York Times a “los medios que han creado una cultura de la impunidad y el silencio y a Amazon, que le ha pagado millones de dólares, mientras actores y actrices, incluidos los que admiro, continúan encabezand­o sus repartos”.

Farrow explicaba, además, su vocación periodísti­ca como una consecuenc­ia ética de su infancia junto a los diez hermanastr­os adoptados por su madre: “Crecí con Moses, que sufría parálisis cerebral, junto a Quincy, hija de una drogadicta, y Minh, que es ciega: vi problemas, vi necesidade­s, así que pensé: ¿qué vas a hacer al respecto?”.

Y lo que ha hecho al respecto es periodismo al iniciar una laboriosa investigac­ión para recopilar los testimonio­s de las víctimas de toda una carrera de acosos sexuales en paralelo a los éxitos cinematogr­áficos del omnipotent­e productor de Miramax, Harvey Weinstein. “Sólo hay dos maneras de ganar un Oscar –repetía Pedro Almodóvar–, que Harvey Weinstein distribuya tu película o rezar”. Y fue Weinstein quien relanzó la carrera de Woody Allen, caído en desgracia ante el público tras las acusacione­s de pederastia de su expareja, y ante los bancos después de que su socia le dejara sin fondos.

Entonces, en 1992, cuando Allen abandonó a Mia Farrow, para casarse con la hija adoptiva de esta, Soon-Yi, los medios generaron la narrativa de que la actriz estaba loca y que él era un pobre señor enamorado. Allen llegó a recordarle a su exmujer que ella también tenía 19 años cuando empezó a salir con Frank Sinatra (30 años mayor), como si el problema de su relación con Soon-Yi fuera la edad. En el 2012, Ronan tuiteó “Feliz día del padre. O como lo llamamos en mi familia, feliz día del cuñado”. Mia Farrow lo retuiteó y añadió: “BOOM: la familia desestruct­urada que tuitea unida, permanece unida”.

Cinco años después los FarrowAlle­n siguen unidos en los titulares.

Considera su labor periodísti­ca como una exigencia ética tras convivir con sus hermanos adoptivos Su reportaje ha suscitado una oleada de denuncias de acoso que ahora remueven la moral de EE.UU.

 ?? MICHAEL LOCCISANO/GETTY IMAGES ??
MICHAEL LOCCISANO/GETTY IMAGES
 ??  ??
 ??  ?? Entre el glamur de los focos y la más sórdida de las clandestin­idades, los reportajes de Ronan Farrow han removido la conciencia de Estados Unidos
Entre el glamur de los focos y la más sórdida de las clandestin­idades, los reportajes de Ronan Farrow han removido la conciencia de Estados Unidos
 ?? TAYLOR HILL / GETTY ??
TAYLOR HILL / GETTY

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain