Cascos azules africanos
La misión estabilizadora de las Naciones Unidas en RD Congo ha sido objeto de un ataque atribuido a rebeldes ugandeses islamistas de las Fuerzas Democráticas Aliadas que ha causado al menos 14 muertos.
Al menos catorce cascos azules murieron ayer y 53 resultaron heridos en un ataque en República Democrática del Congo (RD Congo). Los soldados pertenecían a la misión estabilizadora de las Naciones Unidas (Monusco) y el ataque se atribuyó a rebeldes ugandeses islamistas de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), uno de los numerosos grupos armados presentes en Kivu, una región rica en minerales del este del país. Otros dos miembros de las fuerzas de paz siguen desaparecidos.
En un combate que duró tres horas, los asaltantes rodearon el jueves al anochecer una base de la Monusco en Semuliki (Kivu Septentrional) controlada por un contingente tanzano. La mayoría de los cascos azules fallecidos son de este país africano, aunque en el ataque también murieron cinco soldados del ejército congolés y varios rebeldes armados. “Hay muchas pérdidas de una y otra parte”, confirmó a Afp una fuente militar. El ejército congolés habló de decenas de muertos dentro de las filas de la ADF, pero entre las suyas sólo hizo constar un herido y un desaparecido.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aseguró sentirse “enfurecido” por un ataque de estas características. Matar a un casco azul supone, como recordó, un crimen de guerra.
“Es el peor ataque contra los cascos azules de la ONU en la historia reciente de la organización”, dijo el portugués en un comunicado. Se trata del más mortífero contra Monusco desde su despliegue en el 2010. La misión es la más costosa de todas las operaciones de la organización en el mundo, con 18.000 efectivos y 1.200 millones de dólares de presupuesto anual.
“Es otro indicador de los enormes sacrificios que hacen las tropas de los países contribuyentes en pos de la paz global. Estos valientes hombres y mujeres arriesgan sus vidas cada día alrededor del mundo para servir la paz y proteger a los ciudadanos”, dijo Guterres, que pidió al Gobierno de RD Congo que investigue rápidamente los hechos. Refuerzos militares se han desplazado al lugar de los hechos y anoche seguían evacuando a los heridos.
Los islamistas de ADF, replegados en el bosque, combaten oficialmente desde Kivu Septentrional al régimen del presidente ugandés, Yoweri Musveni, en el poder desde 1986. Otro de los ataques que se les atribuyen dejó tres cascos azules tanzanos muertos este pasado octubre.
La ADF “tiene una agenda ideológica y extremista pero también concentrada en la explotación de recursos ilegales”, explicó el portavoz de Monusco, Jean-Pierre Lacroix. El grupo está intensificando sus ataques, y las organizaciones humanitarias creen que han matado a más de 1.000 personas en los últimos tres años.