3 LA ELECTRICIDAD CON CARBÓN, A LA BAJA
La producción eléctrica con carbón, el combustible fósil más sucio, vive un gran frenazo. Su producción parece haber alcanzado su punto máximo. Si China construyera las térmicas de carbón inicialmente previstas, el planeta ya se podría despedir del objetivo de contener el aumento de temperaturas a 2ºC (respecto a las de la época preindustrial), acordado en el acuerdo de París. Pero China, ahogada por la contaminación, ha paralizado los planes de 151 nuevas térmicas de carbón. Y en India, en donde el carbón aporta el 75% de la electricidad, este combustible supondrá algo menos del 50% en el 2040, según la Agencia Internacional de la Energía.
“La tendencia decreciente del carbón es clara en los países de la OCDE, excepto en Alemania y Polonia”, dice Fernando Ferrando. Una alianza de 25 países aboga por renunciar a su uso antes del 2030. En el Reino Unido, cuna de la revolución industrial, el carbón ha pasado de aportar el 40% de la luz al 2% los últimos 5 años. Iberdrola renuncia a sus últimas térmicas de carbón pese al disgusto del Gobierno.
Solar y el viento son más baratos que el carbón nuevo, pero los expertos reclaman medidas para acelerar la transición energética, como poner un precio disuasivo a las emisiones de carbono en las térmicas (25 euros la tonelada de CO2 emitida). “Si la UE quiere alcanzar la meta de descarbonizar la economía para el 2050, eso es incompatible con mantener el carbón y el gas, pues los dos emiten CO2”, dice Javier García Breva, consultor energético y exdirector del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). con el PSOE.
Una alianza de 25 países aboga por ponerle fin