El resurgir de los licores
Sorel Destilerías del Maresme duplica ventas en cinco años y alcanza los 20 millones
La ginebra creció durante años a ritmos superiores al 20% y se está estabilizando: ahora crecen las cremas de licores, el orujo de hierbas, y también el whisky de malta, que recupera a muchos consumidores que se habían pasado a la moda del gin. Esta es al menos la visión del mercado que tienen en Destileries del Maresme Sorel, empresa familiar de Arenys de Munt fabricante de licores, que ha prácticamente duplicado sus ventas en los últimos cinco años. En el 2012, la empresa facturó 11,5 millones de euros, y en este 2017 prevé alcanzar los 20 millones. La plantilla ha subido a 40 personas.
El crecimiento es resultado de un cambio de estrategia: “Aunque somos una destilería, durante muchos años primamos la distribución. Y como distribuidores, no podemos competir con las grandes multinacionales. Pero hemos decidido potenciar la producción, tenemos fuerza y somos ágiles”, explica Jordi Boada, director de operaciones de la empresa.
El origen de Sorel se remonta a 1875, y desde 1947 es propiedad de la familia Soler. En los años setenta se industrializó, y aprovechando el boom turístico en la costa mediterránea, tuvo gran éxito en los ochenta con los licores de manzana y melocotón que ellos mismos elaboraban. A partir de los años noventa, y ya pilotada por Marta y Antoni Soler, de la tercera generación, la firma diversificó hacia la gran distribución. Actualmente,
La empresa de Arenys de Munt, que elabora marcas propias y de terceros, amplía su producción
el 65% de las ventas corresponden a marcas para terceros (de distribución y también prémium) y el 35% es producto propio Sorel: licores tradicionales y licores sin alcohol, ginebra 5th, Ratafia de l’Àvia.
El crecimiento de Sorel se ha acompañado de una ampliación de las instalaciones –a los 3.000m2 en propiedad, han sumado este año una nave de 1.200 m2 en alquiler– . “Funcionábamos a un turno, y ahora durante los seis meses fuertes, ya tenemos 2 turnos. Estamos al 55% de la capacidad de producción, y esperamos llegar al 80% en el 2020”. De cara al 2018, la compañía prevé invertir 100.000 euros en su tercera línea embotelladora.
Desde hace dos años la empresa ha empezado a exportar, donde prevé dar su próximo gran salto: en el 2018 las ventas “a Latinoamérica y a algún país europeo esperemos que representen ya el 25% del negocio”.
Sorel ocupa alrededor del puesto 15 en el ranking de un centenar de destilerías en España, que dominan las multinacionales. Para diferenciarse, Sorel ha conseguido el certificado International Food Stardard, “muy pocos competidores lo tienen y nos facilita trabajar con la gran distribución”.
“Estamos centrados en la profesionalización y en el cambio de ser una empresa pequeña a una mediana”, dice Marta Soler. Para el 2020, Sorel se ha propuesto alcanzar los 25 millones de euros, y prevé llegar a 30 millones en el 2025.